La controvertida política exterior de Donald Trump
El agresivo discurso del candidato republicano ha tenido su correlato en la agenda internacional. Las duras palabras contra México y China, hacen que algunos lo consideren una amenaza para la estabilidad global.
LAS posibilidades de que Donald Trump se convierta en el Presidente de Estados Unidos crecen proporcionalmente a las preocupaciones de algunos países.
Las amenazantes propuestas contra México y China, los cuestionamientos a los tratados comerciales y sus ideas sobre los conflictos en el Medio Oriente forman parte de la controvertida agenda internacional del postulante republicano a la Casa Blanca.
“Una administración de Trump plantearía el mayor shock para la paz y la estabilidad internacional desde la década de 1930. Esto no se debe a que Trump invadiría otros países, sino a que liquidaría unilateralmente el orden internacional liberal que los presidentes han construido y defendido desde Franklin Delano Roosevelt. Si la palabra “aislacionista” tiene algún significado, él califica como uno”, señaló en un informe Thomas Wright, analista de Brookings.
En los países aludidos son las propias autoridades las que responden al candidato y alertan del peligro inminente. “Desde que China ingresó a la OMC, los estadounidenses han presenciado el cierre de más de 50.000 fábricas y la pérdida de decenas de millones de puestos de trabajo”, se lee en el capitulo dedicado al gigante asiático del acotado programa de Donald Trump. El magnate cita casi obsesivamente a China como la culpable de los males de la economía estadounidense y propone una reconfiguración casi total de las relaciones con el país que hoy se posiciona como uno de sus principales socios comerciales. El candidato señaló que no se puede seguir permitiendo que China “viole” a Estados Unidos. Además aseguró que su país tiene una enorme poder sobre la segunda economía global y que no debiera dudar en utilizarlo. Entre sus propuestas concretas se cuentan la declaración de China como manipulador de monedas, la recuperación de los empleos que les habrían quitado y el fortalecimiento de la presencia militar en los mares asiáticos para “disuadirlos de su aventurarse” en la región. Trump llegó a decir en un debate que el acuerdo Transpacífico fue diseñado por los chinos para “sacar ventaja de todos”, aun cuando ellos ni si quiera forman parte del pacto. En respuesta al agresivo tono de Trump, Hong Lei, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, indicó que “el beneficio mutuo define las características de la cooperación económica y comercial entre China y EEUU”, en función de lo cual espera que “el pueblo estadounidense vea las relaciones bilaterales desde una perspectiva objetiva y razonable”.