Yo también me quedo
Me quedo, pues si nos vamos los que trabajamos, nuestro país quedaría en manos de parásitos que no le han trabajado un día a nadie y que son los que más exigen. Me quedo para proponer.
ASÍ COMO Benito Baranda replicara en un diario digital a Hernán Büchi por su decisión de abandonar Chile y explicara sus propias razones para quedarse, este ciudadano también expone las suyas para quedarse. A Benito lo admiro, desde que hace más de 40 años fuésemos rivales en el atletismo escolar (él siempre me ganó). Yo me quedo, pues quiero a Chile, país en el cual me eduqué y crecí, al igual que las catorce generaciones que me antecedieron en esta tierra. Me quedo, pues mi familia está aquí y tampoco se va. Me quedo, para defender la soberanía nacional, si algún día es necesario. Me quedo, para cuidar la tierra que con gente noble he cultivado y mejorado, con mucho esfuerzo y sacrificio. Mi padre la cultivó toda una vida y se la quitaron vilmente. En esta vuelta, si me la quieren quitar, no me sacan vivo.
Me quedo, para ayudar a que Chile sea mejor. Me quedo, para proponer ideas y trabajar duro cada día. Me quedo, para denunciar tanta injusticia y para protestar por los pagos ilegales a exonerados falsos.
Me quedo, para denunciar que la nueva Constitución en evolución es un engaño desde su origen. Me quedo, para seguir escribiendo y opinando sin temor a las amenazas. Me quedo, para evitar que tengamos una nueva Unidad Popular en la que el pueblo fue engañado.
Me quedo, para cuidar la democracia que perdimos con Allende y que tras mucho sufrimiento se recuperó. Me quedo, para algún día contarles a mis nietos la verdadera historia del Chile reciente. Me quedo, pues aquí viven mis amigos de colegio y de universidad, amigos verdaderos y leales. Me quedo, para ayudar en algo para que la Universidad de Chile no se siga izquierdizando.
Me quedo, para defender la agricultura, tan menospreciada. Me quedo, para mirar nuestra cordillera, única en el mundo. Me quedo, para continuar dando empleo, pagando salarios justos y a tiempo y ayudando a que produzcamos más y de manera correcta.
Me quedo, para seguir soñando con que algún día la estatua de Allende sea removida de la Plaza de la Constitución. Me quedo, para que más chilenos tengan fe en un mundo que no conocemos. Me quedo, para seguirle rezando a la Virgen del Carmen, Reina y Patrona de Chile.
Me quedo, para transmitir experiencias a los más jóvenes y fomentarles el amor al estudio y al trabajo responsable. Me quedo, para impedir que una minoría haga y deshaga en Chile a su arbitrio. Me quedo, para ayudar a que la justicia sea pareja para todos.
Me quedo, para protestar por la igualdad mal entendida. Me quedo, para estar muy atento a que los recursos fiscales no se sigan dilapidando y denunciar los abusos cuando corresponda. Me quedo, pues cada vez que salgo de Chile, quiero volver pronto. Me quedo, pues si nos vamos los que trabajamos, nuestro país quedaría en manos de parásitos que no le han trabajado un día a nadie y que son los que más exigen. Me quedo, para presenciar que Chile sea algún día de nuevo gobernado por gente responsable.
Qué bueno Benito que te quedes, pues eres un gran hombre. Yo también me quedo y así como en el atletismo nuestro objetivo era llegar a la meta, hoy el tuyo y el mío es hacer de Chile un mejor país para todos. Como Benito y Silvio Rodríguez: yo me quedo.