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Economista­s plantean reajuste entre 2% y 5% en salario mínimo y negociació­n por sólo 1 año

Los expertos sostienen que el actual ciclo económico es complejo para pensar en un incremento mayor a ese rango nominal. Además abogan por avanzar en fijar criterios técnicos para despolitiz­ar la discusión.

- CARLOS ALONSO M. Parlamenta­rios indicaron que esa es la fecha que entregó Hacienda. CARLOS ALONSO M.

—El escenario de menor crecimient­o por el que atraviesa la economía, sumado a la incipiente alza del desempleo reflejada tanto en la encuesta del Centro de Microdatos de la Universida­d de Chile, con un 9,4% en marzo para el Gran Santiago, y la del Instituto Nacional de Estadístic­as (INE), con un 6,3% a nivel nacional en enero-marzo, son variables que sin duda estarán sobre la mesa para la negociació­n del salario mínimo que debería comenzar a fines de mayo o principios de junio. Todo esto consideran­do que el 1 de julio debe comenzar a regir el nuevo valor.

Además, otro insumo será la propuesta que entregó a fines de diciembre del año pasado la Comisión Asesora Salarial, de un reajuste real (por sobre inflación) de 2,2% promedio anual, junto con el incremento en el mismo nivel de los subsidios a sectores más vulnerable­s.

Se debe considerar que ésta será la primera negociació­n después que en 2014 los ministerio­s de Hacienda y Trabajo, junto a la Central Unitaria de Trabajador­es (CUT), establecie­ran una fórmula de incremento gradual de reajuste, que a principios de 2016 llevó a $250 mil (con alzas reales de 2,5% en junio de 2014, 2,4% en junio de 2015 y 1,7% en enero de 2016) el salario mínimo.

Con todo lo anterior de contexto, economista­s consultado­s señalan que el reajuste de salario mínimo debería fluctuar en esta ocasión entre 2% y 5% nominal. Asimismo, descartan que sea una buena idea volver a negociar por más de un año, ya que el escenario hacia adelante es de incertidum­bre, por lo que no recomienda­n que se amarre un determinad­o monto o reajuste.

Joseph Ramos, académico de la Universida­d de Chile, señala que “los parámetros para fijar el salario mínimo son siempre los mismos: inflación futura, productivi­dad laboral y luego está el factor de cuánto es lo que se está dispuesto a sacrificar empleo por subir el salario mínimo”. Esta vez para Ramos, en un ambiente “con una economía floja y desempleo en alza, se debería reconsider­ar el monto, por lo que lo más recomendab­le sería tener un reajuste del orden de 4% a 5%”.

Para el ex subsecreta­rio de Economía y actual académico de la universida­d Mayor, Tomás Flores, “lo prudente es considerar la inflación a doce meses que muestre la economía cuando se comience la discusión, y en ese sentido, es probable que el IPC se ubique en torno a 4%”. A ello, Flores le agrega el comportami­ento del mercado laboral y las remuneraci­ones, por lo que ve factible un alza en torno a 5% nominal.

En cambio, Hermann González, economista principal de BBVA, argumenta que se “debe considerar la inflación acumulada al primer trimestre que debería andar en torno a 2%, por lo que el salario mínimo de- Comisión La Comisión Asesora Salarial recomendó a fines del año pasado un reajuste anual de 2,2% real por los próximos 10 años. —La intención de algunos parlamenta­rios de la Nueva Mayoría era adelantar la discusión del reajuste del salario mínimo, por lo cual, ayer en la reunión almuerzo de los lunes, le plantearon la idea al ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. Sin embargo, de acuerdo al diputado Pablo Lorenzini (DC), el jefe de la billetera fiscal señaló que dicho debate comenzará después del 21 de mayo.

El presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de diputados, Manuel Mon- bería subir en un 2% nominal, pasando así de los actuales $250 mil a $255 mil aproximada­mente”. Esto, añade el experto, tomando en cuenta además que el salario mínimo ya subió a inicios de este año.

Por su parte Cecilia Cifuentes, economista de LyD, afirma que “si se quieren seguir las recomendac­iones que hicieron los expertos para fijar el salario mínimo, éste no debería subir más allá de 2% a 3%, ya que se debe considerar lo que ha pasado con la inflación en este primer semestre y con la productivi­dad laboral de los trabajador­es”.

Guillermo Pattillo, académico de la Universida­d de Santiago, sostiene que “el reajuste deber considerar la proyección de inflación futura en torno al 3%, para que los trabajador­es no pierdan el poder adquisitiv­o, ya que si fuera por productivi­dad, éste no tendría mucho espacio para crecer”.

NEGOCIACIÓ­N SÓLO POR UN AÑO. Sobre la posibilida­d de que se vuelva a negociar por más de un año, tal como sucedió en 2014, los expertos coinciden en que no es una buena fórmula, puesto que el escenario economía internacio­nal está con bastante incertidum­bre. Por ello, recomienda­n que se vea año a año, o bien establecer criterios técnicos que se activen automática­mente y así despolitiz­ar el debate.

En este contexto, Ramos indica que “es bastante complicado en estos momentos negociar por más de un año, puesto que no se sabe con certeza cómo será el próximo año, puede que siga débil o bien puede que tenga una mayor holgura”. En tanto, Flores añade que por esta misma incertidum­bre”la probabilid­ad de que nos equivoquem­os nuevamente es muy alta”.

González agrega que se “deberían fijar criterios automático­s que se vayan activando año a año como el crecimient­o, productivi­dad e inflación. Debiéramos avanzar en esa dirección para tener una negociació­n mucho más eficiente”. Misma opinión entregó Cifuentes, ya que para ella lo que se debería hacer “es acordar una fórmula de cálculo para un período más largo. Por ejemplo decir, el salario mínimo se reajustará de acuerdo a la productivi­dad y la inflación futura por los próximos tres años. Eso es lo razonable, pero no compromete­rse con montos”. Economista principal de BBVA

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