¿Qué se puede esperar para la deuda latinoamericana?
Históricamente la deuda de América Latina ha ofrecido retornos atractivos luego de grandes correcciones.
PESE a que el comienzo de 2016 se vio marcado por altos niveles de volatilidad, el balance fue positivo: se observó un repunte en las monedas emergentes, los precios de materias primas vieron un alza (dando señales de que se tocó fondo) y se vieron importantes flujos tanto en renta variable como en renta fija. De hecho, la rentabilidad de los fondos mutuos del accionario Brasil en marzo alcanzó 14,7%, mientras que el de América Latina tocó un 8,2% y según el índice JPMorgan Cembi Latam, en la deuda latinoamericana los avances en bonos de grado de inversión como de alto rendimiento superaron el 2,5% en abril.
Sin embargo, tras observarse esta corrección al alza e inmersos en un año donde la volatilidad marcará la pauta, ¿qué sigue de aquí en adelante para la deuda latinoamericana?
Aunque durante el primer trimestre destacaron los bonos corporativos brasileños y los bonos de emisores ligados a materias primas, la mejor coti- zación fue generalizada e incorporó bonos de diversos emisores y de distintos países y sectores, como industrial, comercio y financiero entre otros. “Esto nos permite pensar que nos enfrentamos a una recuperación más sólida y consistente, pese a la desafiante situación econó- mica global y de algunos países de la región. En este contexto pensamos que hoy la selección de instrumentos es especialmente importante”, sostiene Felipe Rojas, portfolio manager crédito Latam de LarrainVial Asset Management.
Según Rojas, si se observa a largo plazo los niveles de spread siguen siendo atractivos para esta clase de activos, ya sea al compararlo con su nivel promedio de los últimos casi 20 años como con el pasado cercano.
De hecho, históricamente la deuda latinoamericana ha ofrecido retornos muy atractivos luego de grandes correcciones (ver gráfico). Por ejemplo, en el episodio 1 el retorno de los tres años siguientes fue de 60,5%, el episodio 2 muestra una rentabilidad del 60,9% y así paulatinamente.
“Hoy, luego de las grandes correcciones que tuvimos tanto en deuda latinoamericana como en otros activos de la región y el cambio de escenario que se ha visto los últimos meses, vemos un nivel de entrada interesante a esta clase de activo. Aún con volatilidad, seguramente le queda espacio a los spreads de seguir cayendo, como ha pasado en correcciones importantes registrada en años anteriores”, destaca Rojas.