R. Laboral: “La ausencia en el discurso del 21 de mayo no genera confianza”
La Presidenta Michelle Bachelet dijo que no mencionó en el discurso la Reforma Laboral porque es un proceso que aún sigue en curso, ¿qué le parece? ¿Considera que los pactos de adaptabilidad debieran poder ser negociados no sólo por los sindicatos?
—La ausencia de este tema en el discurso del 21 de mayo no genera confianza. Y esto es porque al final las distintas almas de la Nueva Mayoría no resuelven el problema. Se dice que se va a priorizar el crecimiento, pero cuando se llega a la Reforma Laboral no se sabe cómo se zanjará la discusión. Y lo que uno ve son afirmaciones muy contradictorias.
ADAPTABILIDAD “Los pactos de adaptabilidad son un avance muy preliminar. Es un comienzo”.
¿Se refiere al veto de los pactos adaptabilidad?
—Esto de vetar los pactos de adaptabilidad es una gran contradicción, ya que los propios trabajadores lo piden porque es algo bueno. El Gobierno lo propuso, pero después lo elimina. Acá lo que queda es que al final la reforma está hecha a gusto de la CUT, y no es la reforma que quieren los chilenos.
En ese sentido, ¿qué aspectos se deberían reconsiderar?
—La Reforma Laboral debería incorporar los grupos negociadores en igualdad de condiciones en relación a los sindicatos, y por otra parte es indispensable revisar de nuevo el reemplazo interno en huelga, porque esto afectará a los ciudadanos. —Los pactos de adaptabilidad son un avance muy preliminar. Es un comienzo, pero todavía está lejos de incorporar elementos de la economía digital contemporánea. Ahora bien, dicho eso, se debe permitir que tanto los sindicatos, grupos negociadores y trabajadores en forma individual puedan negociarlos.
Si se permite que los pactos de adaptabilidad no sean negociados sólo por sindicatos, pero se mantiene la prohibición del reemplazo en huelga interno, ¿cómo quedaría la Reforma Laboral?
—Quedaría menos mala, ya que lo peor de la Reforma Laboral es la prohibición del reemplazo en huelga. Esto hace que injustamente trabajadores que no estén en huelga, y consumidores, paguen los costos de la huelga. Además la falta de reemplazo es un nuevo golpe a las Pymes.