Hacia dónde va Cencosud
—Ver oportunidades y no victimizarse. Esa es la máxima de Jaime Soler cuando se refiere al clima que vive Chile, donde las desconfianzas se han tomado todas las instituciones. “Cuando uno mira Chile, ve que las condiciones de su economía son sólidas, con fundamentos de una economía seria y sana. Puede que no crezcamos al nivel que crecimos los últimos 30 años, pero la economía sigue creciendo. Y por otro lado, estamos en un momento complejo, hay una especie de crisis política y social que no permite y que no incentiva la reinversión y el crecimiento. Eso es complejo. ¿Y por qué creo que se genera esto? Porque por un lado la calle está mucho más empoderada, y a su vez, perdió la confianza en las instituciones y la palabra abuso está instalada en la agenda. Y la clase política, empresarial, las instituciones, no tienen la credibilidad suficiente para dar soluciones a estas demandas. Yo no veo el tema tan fácil de solucionar, es complejo, porque los que se deben preocupar de pavimentar el camino no tienen la credibilidad para generarlo, están desacreditados”, comenta.
¿Y qué pueden hacer las empresas ante este escenario?
—Ante una situación como esta, una compañía puede actuar como víctima de la situación, o protagonista de la historia. Debemos ser protagonistas de la historia, construir marca y entender que el éxito ya no es sólo económico. El éxito económico es una consecuencia de una serie de actos y de cómo me comporto frente a la ciudadanía, cómo construyo marcas mucho más ciudadanas, que se hagan cargo de las demandas de la ciudadanía. Tiene que ver con marcas honestas, con mayores niveles de transparencia, darle sustento a la promesa al cliente. Todo acompañado de generar confianzas, de darle un sentido a lo que hacemos, de tener un propósito. Debemos pensar cómo le aporto con esta marca a la vida de los ciudadanos, cómo aportamos a la vida de nuestros colaboradores. Es un cambio muy relevante en la empresa, de un rol económico a un rol social. Un buen manejo en esos ejes me va a reportar un mejor resultado económico, porque voy a generar más confianza, cercanía en la ciudadanía. Ese entuerto lo considero complejo, pero está en nosotros protagonizar la historia y en eso estamos con nuestras marcas en Cencosud.
—La Reforma Laboral me parece necesaria pero me hubiera gustado, una mayor amplitud de temas. No veo temas relacionados con la mujer, la inclusión laboral que nosotros estamos practicando mucho en Paris y Jumbo. No veo consideración por los jóvenes, temas de productividad. Queremos mejores salarios y así debe ser, pero también tenemos que ver cómo avanzamos en nuestros niveles de productividad. Un híper del tamaño de los Jumbo en Europa, ¿qué nivel de productividad tiene versus los nuestros? El tema es cómo avanzamos en eso. Los sindicatos son importantes, pero el 8% está sindicalizado en Chile. Considerémoslos, está bien, ¿pero qué pasa con las otras variables? La Reforma Laboral a mí no me gusta, pero no estoy acá para enjuiciar ni victimizarme, sino que para hacerme cargo de lo que viene, adaptarme y actuar en consecuencia. Trataré de sacar lo mejor de la reforma en pos de nuestros 50 mil colaboradores en Chile.
Por otro lado, la Reforma Tributaria en su momento fue compleja de entender. Quizás siendo general después de la batalla debió ser más sencilla y fácil de implementar. Falta diálogo y comunicación, hay una crisis de confianza y se instala la percepción de que acá hay muchas cosas que están podridas cuando no es así. La institucionalidad funciona. Hay que generar las confianzas y mejorar los niveles de diálogo.