Revolución Democrática y Nueva Mayoría
La salida de RD deja entrever tensiones no resueltas dentro de la coalición de Gobierno.
TRAS MESES de cuestionamientos, el lunes 23 militantes fundadores de Revolución Democrática (RD) renunciaron al Ministerio de Educación, donde ejercían labores como asesores desde 2014. La justificación esgrimida por esta disidencia se sustenta en que, tras conseguir las firmas para conformarse como partido político, Revolución Democrática competirá de lleno en las próximas elecciones municipales y posteriores parlamentarias, buscando además conformar un nuevo referente político de izquierda que podría competir contra la Nueva Mayoría. Pero, fuera de los motivos electorales, estas renuncias se dan en medio de las críticas que ha recibido el Gobierno respecto de la poca claridad en la agenda educacional, el mismo escenario que ha motivado, además, masivas y también violentas protestas estudiantiles en las calles. No parece oportuno criticar la salida de Revolución Democrática de la Nueva Mayoría, toda vez que cualquier coalición de gobierno o alianza electoral permite, por definición, el libre movimiento de sus integrantes. Lo que sí deja de manifiesto este quiebre es que, en efecto, la Nueva Mayoría no ha sido capaz de aglutinar un ideario o plataforma común y que el Gobierno sobre el cual se sustenta tampoco ha dado directrices claras respecto de su hoja de ruta para los dos años que vienen.