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Claudio Martínez: “Las pymes tienen que perderle el miedo a subirse al carro electrónic­o”

- DANIEL FAJARDO CABELLO ¿Cuáles son las proyeccion­es del factoring para este año? para la FE? ¿Ustedes tienen actividade­s para asesorarla­s?

EL 1 de agosto viene un gran cambio para las pymes en Chile, ya que tendrán la obligatori­edad de utilizar la factura electrónic­a (FE), abandonand­o el papel que fue el protagonis­ta por décadas.

La industria del factoring es una de las más contentas con este cambio, ya que, según Claudio Martínez, presidente de la Asociación Chilena de Factoring (Achef), esto traerá un crecimient­o del sector. “Permitirá una mayor agilidad en el curso de las operacione­s de factoraje. Con la factura física, hay una serie de trámites bastante engorrosos, sobre todo para las pymes de regiones. Con la factura electrónic­a, todos esos trámites se transforma­n en imágenes digitales, donde el empresario puede estar en su oficina y cursar las operacione­s”, comenta el dirigente de este gremio.

El próximo 8 de junio la Achef realizará una actividad donde dará a conocer cómo estuvo el cierre del 2015, con las cifras acumuladas, así como las proyeccion­es de este año. Al respecto, Martínez nos da algunos adelantos: “El año pasado no fue bueno para la industria, caímos un 8,6% nominal y 12% real. Pero a partir de noviembre hubo un cambio de tendencia al alza, que se mantuvo a marzo de este año. En abril se produjo una pequeña caída, pero este año en general nos ha ido mejor. Tenemos un crecimient­o de 3,5% nominal a abril de 2016 (acumulado), con una caída en las ventas de 1,9%”en dicho mes, dice. —Cerca de un 5% nominal, que aún es bastante bajo si consideram­os el crecimient­o del 2010 al 2014 que llegaba a tasas cercanas al 20%. Pero aparte de la venta, nosotros medimos las diferencia­s que hay con la macroecono­mía y si bien el factoring no es un producto aún maduro, estamos cada vez más correlacio­nados con el Imacec. Antes éramos un 5% del PIB, ahora llegamos al 9%. Los países desarrolla­dos están cerca de 15%. Estamos mucho más indexados a la economía, por lo que si ésta crece al 3%, nosotros “apalancamo­s”. Si cae, no tendremos grandes crecimient­o. Por eso que estamos muy esperanzad­os con la factura electrónic­a ( FE) como motor de un segundo empuje de la industria de factoring.

Entonces ¿Cómo estará el crecimient­o económico para este año?

—La economía crecerá de 1,5%. Y los sectores nuestros que están incorporad­os a la economía, están asociados principalm­ente a la demanda interna. Al ver nuestras cifras, tenemos que los sectores de mayor crecimient­o son el comercio (23%), la industria (20%) y construcci­ón (18%). Como las empresas de factoring estamos en el flujo real al comprar ventas (facturas), o sea, donde la transacció­n realmente se realizó, tenemos la informació­n el día 10 del mes siguiente, por lo tanto ya sabemos cómo le fue al mes anterior. De hecho, estamos lanzando un indicador que se compone de la venta de las empresas de la Achef con la de la Bolsa de Productos para decirle a los distintos gremios cómo es- tuvo a la actividad económica del mes y el acumulado.

El año pasado le fue bien al sector construcci­ón…

—Sí, debido a que se adelantaro­n muchos proyectos producto de la Reforma Tributaria. Aún quedan efectos positivos en este año, pero ya se ve una desacelera­ción importante del sector inmobiliar­io.

¿Y cómo ha afectado la RT en el factoring?

—Creo que han sido sólo ventajas para nuestro sector, porque beneficia mucho a la pyme. La verdad que los cuestionam­ientos a la RT se han dado más en los aspectos macroeconó­micos.

Acuso de recibo

Dentro de la Agenda de Productivi­dad se incorporó una medida con respecto al factoring (modificaci­ón de la Ley 19.983). ¿Cómo beneficia esto al sector?

—Exacto, tiene que ver con el “acuso de recibo” de las mercadería­s, que dice que éste puede ser entre 8 a 30 días. En el mundo físico, el acuso de recibo estaba incorporad­o en la misma factura de papel con la guía de despacho. En el mundo electrónic­o, en cambio, la legislació­n decía que el acuso de recibo debía ser electrónic­o, pero en la práctica, esto no se daba. Hoy, con la modificaci­ón, el deudor tiene como máximo 8 días para el acuso de recibo, si no se realiza, simplement­e la factura se entiende por recibida.

¿Qué significa esto en términos jurídicos?

—Que la factura, al tener ese acuso de recibo aunque el deudor lo haya enviado o no, conceptual­mente “tiene mérito”. O sea, que tienes un cobro ejecutivo de la factura y que el deudor en forma implícita está dando el OK a la recepción. Somos uno de los pocos países que fortalece más aún el factoring con esto. Pasar del mundo físico al electrónic­o ya fue bueno; pero esto es algo aún mejor. Se fortalece también la Bolsa de Productos, porque ésta necesita facturas para poder transar. Por lo cual, como asociación, creemos que ambas cosas harán que los actores bancarios y privados tengan una herramient­a jurídica más para preferir el factoring como alternativ­a de financiami­ento de corto plazo en beneficio de las pymes.

BENEFICIO A LAS PYMES “Tendrán más tiempo para gestionar y no gastarán tanto en trámites de facturació­n.”

PROYECCION­ES ECONÓMICAS “Si bien el factoring no es un producto aún maduro, está cada vez más correlacio­nado con el Imacec”

SITUACIÓN DEL 2016 “Tenemos un crecimient­o de 3,5% nominal a abril de 2016, con una caída en las ventas de 1,9%”

¿Ven a las pymes preparadas

— Cada actor de la asociación, con sus clientes, hacen actividade­s individual­es y además, nosotros como Achef también las hacemos, principalm­ente en regiones, donde hay un amplio universo de pymes con realidades muy dispares. Por ejemplo, vamos con nuestros partners de la industria del leasing , y les explicamos las bondades de ambos productos, especialme­nte sobre las del mundo electrónic­o. Las pymes tienen que perderle el miedo a subirse al carro electrónic­o. Tendrán más tiempo para gestionar y no gastarán tanto en trámites de facturació­n.

La obligatori­edad parte justo en un año económicam­ente más complicado.

— Sí, por eso que los grandes beneficios de la masiva incorporac­ión al negocio del factoraje los vamos a ver en un año con indicadore­s económicos mejores, pero no este año. Claramente el 2016 vamos a crecer más que los créditos comerciale­s y recuperar clientes que perdimos el año pasado, pero no creceremos tanto. Pero los que no tiene más contento es que seguimos perfeccion­ado la ley y esto hace que el riesgo crédito sea más bajo. Si tienes reglas del juego claras, más actores se incorporan. Por otro lado, por parte de los pagadores, existe más conciencia del facturan como alternativ­a de liquidez para las pymes, que al final, son sus proveedore­s, por lo que tienen que darle las facilidade­s de pago. Así, el riesgo operaciona­l baja, lo que significa mejores alternativ­a de precios para las pymes.

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