Alfredo Thorne: “Lo negativo de Humala fue la campaña contra la empresa. El resultado es la caída de la inversión privada”
CON una carrera en la banca de inversión y en organismos multilaterales, Alfredo Thorne, el principal jefe económico de la campaña de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), asegura que los mayores desafíos hoy en Perú son atraer la inversión privada y dar un énfasis a la formalización. Además, asegura que el gobierno de Humala ha tenido claroscuros: por una parte, la disciplina fiscal y por otra, una carga negativa a las empresas.
¿Cuál es la importancia de la inversión chilena para la economía peruana?
— Chile y Perú están muy integrados y queremos que esa integración continúe. En el pasado hemos tenido diferencias, pero lo más importante es que las diferencias las solucionemos con altura de miras y que integremos nuestras economías. Estamos muy contentos con la Alianza del Pacífico y el MILA. Hay mucho margen para una mayor integración financiera de la que ahora tenemos. Necesitamos una reforma al mercado de capitales que permita que la economía chilena y la peruana se integren más y que haya una movilidad totalmente libre de capitales entre ambos países. La idea es fortalecer todo tipo de vínculos comerciales, financieros y políticos.
CERCANÍA CON CHILE “Necesitamos una reforma al mercado de capitales que permita que la economía chilena y la peruana se integren más”
¿Cómo lograrán reactivar la inversión?
— La propuesta -que tiene que pasar por el Congreso- es que las empresas puedan deducir el 100% de inversión o reinversión de su carga tributaria, para empresas que facturen 2.300 UIT (Unidad Impositiva Tributaria) o más. La idea de esto es estimular a las empresas a que inviertan en Perú y sobre todo a las empresas extranjeras, para que en vez de repatriar sus utilidades, las reinviertan en el país.
PROPUESTAS DE REACTIVACIÓN “La idea es estimular a las empresas a que inviertan en Perú”
RECAUDACIÓN “Tenemos que redefinir el sistema tributario bajo tres parámetros: simplicidad, neutralidad y que los impuestos sean recaudatorios”.
¿Cómo buscan acelerar el crecimiento en el corto y mediano plazo?
— En el corto plazo, la otra medida para las pequeñas y medianas empresas, es que se les permitirá dos opciones: pagar 10% de impuesto a las utilidades o pagar el 2,5% de sus ventas brutas, lo que les sea más fácil. Estas empresas tendrán que firmar un acuerdo de formalización con la autoridad tributaria y se les permitiría un borrón y cuenta nueva sobre las deudas tributarias pasadas. Lo tercero es el IGV (IVA), bajarlo gradualmente un punto porcentual por año desde 18% hasta 15%. La idea es ayudar a la formalización. La cuarta, no es un cambio, sino que nosotros honraríamos la reducción de impuestos que se aprobó hace dos años, que termina a una tasa de impuestos a las utilidades y a las personas en 26%, y habría una baja más en 2017.
Se les critica por reducir la recaudación manteniendo el gasto. ¿Qué opina?
— No es cierto. Lo que decimos es que, para realmente establecer un Estado moderno se debe aumentar la base de contribuyentes. Por eso nos hemos fijado en todas las empresas que facturan 2.300 UIT o más. Eso es un cambio radical: pasaríamos de 54 empresas a 11 mil empresas, que son la base. Lo segundo es elevar la formalización: dada la evasión tributaria (de 50% al impuesto al ingreso, y de 30% en el IGV), la propuesta es reducir esa evasión, bajando impuestos para aumentar la formalización y con eso elevar el número de empresas que pasen a contribuir. El tercer punto es el crecimiento económico. Si llegamos a nuestra meta de 5% de crecimiento, eso permitiría aumentar la recaudación.
— Es una especie de controles y exceso de normas legales que ha desestimulado la inversión. Esta inflación de normas legales ha hecho que el sector privado se vea cohibido y restringido.