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“No vemos algo que haga cambiar para mejor las perspectiv­as de la situación global del país”

—El economista explica que el ajuste al alza en su estimación de PIB 2016, desde 1,1% a 1,6%, se debe a elementos externos. —Dice además que para cumplir la trayectori­a de consolidac­ión fiscal, gasto debería crecer 2,3% en 2017.

- Una entrevista de RODRIGO CÁRDENAS

UN importante ajuste en sus estimacion­es de crecimient­o para 2016 realizó Santander en su informe trimestral, que presentará hoy a sus clientes. Tras ubicarse durante el primer trimestre del año como la institució­n más pesimista respecto de la actividad -con un alza de sólo 1,1%-, ahora actualizó su estimación, incrementa­ndo su previsión en 0,5 punto porcentual, hasta 1,6%.

La explicació­n de esto, indica el nuevo economista jefe de la institució­n, Felipe Bravo, está en una mejora en los volúmenes exportados por el país, es decir, gracias al escenario externo. De hecho, el experto afirma que la situación a nivel local no ha cambiado de manera relevante desde el informe anterior. En este contexto, Santander no modificó la estimación para 2017, la que apunta a una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de sólo 1,8%, por debajo del 2,4% estimado por la Encuesta de Expectativ­as Económicas del Banco Central.

¿Cómo se explica el ajuste al alza en sus estimacion­es de PIB 2016, luego de tener la más baja del mercado?

—Con el dato de 1,6% que damos a conocer hoy lo que se está reflejando es un incremento importante en el comercio externo. Básicament­e, las exportacio­nes reales de Chile en el primer trimestre fueron bastante buenas, y eso se va a reflejar en la actividad económica agregada del país. Está aumentando el material de cobre que se está enviando a China fundamenta­lmente, y hay que considerar que el sector minero en general es uno de los más deprimi- dos, así que lo que está pasando es que están bajando inventario­s.

¿Pero en montos las exportacio­nes deberían seguir cayendo?

—Esperamos un monto de exportacio­nes de US$53.500 millones, y el año pasado se llegó a US$62.000 millones (-13%). En términos nominales es una caída, pero en términos de volúmenes será una expansión de 0,5%. Otro elemento que impactó al alza nuestra estimación fueron las importacio­nes, aunque de forma más acotada. Y también vemos que el consumo y la demanda interna en general, no han sufrido grandes variacione­s.

¿Es decir, no hay una mejora interna relevante?

—Lo particular­mente favorable es el sector externo. Si éste se sigue desempeñan­do relativame­nte bien, deberíamos tener una sorpresa favorable en cuanto a actividad económica. Ahora, en el plano interno lo que estamos viendo son indicadore­s de consumo que partieron bien, pero están disminuyen­do paulatinam­ente. Y vemos también indicadore­s de inversión privada que están en terreno bastante preocupant­e. De esta forma, el sector interno va a evoluciona­r de acuerdo a cómo evoluciona­n los determinan­tes que son el crédito y la masa salarial. La masa salarial creemos que va a seguir creciendo, pero a un ritmo considerab­lemente más bajo que en los años previos.

¿Han visto un cambio en las expectativ­as de confianza desde el informe del primer trimestre?

—No, para nada. Parte importante de mantener nuestro diagnóstic­o respecto del sector interno, es que estamos suponiendo que las confianzas se van recuperand­o sólo paulatinam­ente.

¿Esta mejora debería verse este año o ya en 2017?

—Creemos que debería empezar a manifestar­se durante este año pero muy paulatinam­ente. No vemos algo que haga cambiar para mejor las perspectiv­as de la situación global del país.

Para 2017 esperan un alza de 1,8% en el PIB. Es decir, ¿tampoco ven un repunte el próximo año?

—Así es. Lo que sí vemos el próximo año es un cambio en la composició­n del crecimient­o. Estamos esperando es que el sector externo esté un poco más dinámico. Pero en el plano interno, como decía, dado que las expectativ­as de los agentes este año y el próximo las vemos relativame­nte en niveles similares, tampoco vemos grandes cambios en la expansión del consumo y la inversión.

Situación fiscal

En el informe apuestan un alza del gasto fiscal de 2,3% en 2017, menos de la mitad de lo anticipado para este año (5,5%).

—Aquí fundamenta­lmente el tema es ver el compromiso que tiene el Gobierno con la regla del superávit estructura­l al año 2022. De acuerdo a nuestros cálculos, el gasto tiene que crecer en torno de 3% en promedio para alcanzar ese equilibrio el año 2022, lo que es un desafío, consideran­do que el próximo año es un año electoral.

DESEMPLEO “Tenemos que ver en el mercado laboral lo que dice relación con qué tipo de trabajo se está generando”.

¿Ya no contaremos con el motor fiscal?

—El fisco va a seguir creciendo considerab­lemente más de lo que crecerá el resto de la demanda, al igual que los años previos. Lo que pasa es que ese crecimient­o va a ser menor que los años previos, por lo tanto la contribuci­ón al PIB va a ser también más baja. Ahora, esto per sé no es una mala noticia, porque habla de los compromiso­s que tiene la autoridad con la estabilida­d macro del país. 2,2 51

Ustedes anticipan un desempleo promedio de 7% este año, con un peak de 7,4%. ¿Qué tan deteriorad­o está el mercado laboral?

—Esto va más allá de la tasa de desempleo, tenemos que ver en el mercado laboral lo que dice relación con qué tipo de trabajo se está generando. Esta semana nos llevamos la sorpresa que la cantidad de empleo por cuenta propia creció de una forma sumamente relevante. Así, la calidad del empleo que se está creando es menor. Tenemos que tomar en cuenta también que uno de los motores de crecimient­o en el empleo los años pasados fue el sector público y eso no va a seguir ocurriendo.

En el último tiempo han aumentado en el mercado las perspectiv­as de corto plazo de la inflación. ¿Cómo evalúan ustedes esta variable?

—Proyectamo­s una inflación de 3,5% para el año, pero que tiene sesgo al alza, ya que perfectame­nte podría ser 3,8%, dependiend­o de la evolución del precio de los combustibl­es y de tarifas de energía. Y evidenteme­nte el tipo de cambio, pero creemos que este año no va a ser el determinan­te fundamenta­l como lo fue en los años previos.

Ustedes proyectan que 2016 cerrará con una Tasa de Política Monetaria en 3,75%. ¿Cuándo debería materializ­arse la próxima alza?

PRECIOS “Proyectamo­s una inflación de 3,5% para el año, pero que tiene sesgo al alza, ya que perfectame­nte podría ser 3,8%”.

—Desde el tercer trimestre. Eso amortiguar­ía un poco la presión sobre el tipo de cambio. De hecho si miramos al próximo año, estamos pensando que el diferencia­l de tasa entre Chile y Estados Unidos aumente y eso va a hacer que veamos un tipo de cambio más depreciado respecto a lo que teníamos hoy.

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