AGF piden un cambio normativo para modificar la administración de fondos
Propuesta buscaría igualar el funcionamiento de las administradoras con el que existe en países como EEUU, donde figuras de advisor y representante del fondo son distintas.
¿Qué ha pasado? Las AGF han solicitado al regulador que analice la posibilidad de modificar la Ley Única de Fondos.
¿Por quéitradoras son responsables del manejo de los fondos y además del back office y la propuesta plantea que ambas funciones sean realizadas por distintas organizaciones y no delegadas por parte de la AGF a un tercero como es hoy.
¿Qué consecuencias tiene? La idea es que el modelo chileno se asimile al de Estados Unidos o al de Luxemburgo. En enero de 2014 se promulgó la Ley Única de Fondos. —Modernizar el mercado e igualarlo a estándares internacionales. Ese es uno de los principales objetivos que tienen en mente las Administradoras Generales de Fondos (AGF).
En Chile, a diferencia de mercados como el de Estados Unidos, Luxemburgo e Irlanda, las AGF no sólo se encargan de la asesoría financiera, sino que además de la administración de los fondos (cálculo de cuotas, compliance, custodios, etc).
Por esto mismo, las AGF han propuesto al regulador la revisión de la legislación al respecto, donde buscarían la creación de un manager externo que se encargue de proveer el servicio de back office, además de la representación ante la autoridad.
Pese a que la idea no ha sido planteada de manera formal ante la Superintendencia de Valores y Seguros, sí ha sido mencionada en más de una ocasión por ejecutivos al regulador. Una de esas instancias fue el Chile Day, en una cita que juntó al superintendente Carlos Pavez y representantes de las AGF, además de actores del mercado y abogados del sector.
La Ley Única de Fondos (LUF) es la que regula la es- tructura de las administradoras y, pese a que permite la delegación o subcontratación de los servicios, mantiene la responsabilidad en la AGF.
“La responsabilidad por la función de administración es indelegable, sin perjuicio que las administradoras puedan conferir poderes especiales o celebrar contratos por servicios externos para la ejecución de determinados actos, negocios o activida- des necesarias para el cumplimiento del giro”, destaca el artículo 15 de la ley.
Respecto de la contratación de servicios externos, el artículo 16 agrega que “en el reglamento interno del fondo deberá constar la facultad de la administradora para llevar a cabo dichos contratos. Asimismo, deberá señalar si los gastos derivados de las contrataciones serán de cargo de la administradora o del fondo de que se trate y, en este último caso, la forma y política de distribución de tales gastos. Con todo, cuando dicha contratación consista en la administración de cartera de todo o parte de los recursos del fondo, los gastos derivados de estas contrataciones serán siempre de cargo de la administradora”.
De hecho, es en base a este último punto que diversas administradoras contratan a empresas para que se encarguen del back office.
Sin embargo, pese a que existe esta facultad, desde la industria aseguran que hoy en día las administradoras de fondos de pensiones prefieren operar con aquellas AGF que se hagan cargo de toda la operatividad.
Un abogado de la industria financiera destaca que pese a que lo óptimo sería la modificación legal, existe una ventana que abre un camino distinto: la presentación de una autorización expresa por parte de la Superintendencia.
Pese al planteamiento, fuentes del mercado afirman que hoy la SVS no tiene considerado modificar la figura de las administradoras y destacan que el único espacio que ven hoy para un cambio legal de este tipo es que se considere dentro de las medidas de productividad del Gobierno, aunque hoy no estaría en el radar.
Un alto ejecutivo de la industria señala que lo importante es que las AGF sean eficientes en la administración e inversión de los recursos y no en el back office. Ejecutivos de las AGF han propuesto al regulador revisar la LUF y que analice la posibilidad de modificar la estructura de las adminsitradoras, separando la asesoría financiera del back office.