Recurso ante La Haya
La política exterior chilena parece ser cada día más errática y quienes la manejan parecen estar cada vez más confundidos. Veamos. Se ha tomado la decisión de llevar el diferendo del río Silala a La Haya, demandando ante el mismo tribunal que, luego de darnos la razón en todos los puntos de derecho contra Perú, nos quitó parte de nuestro territorio. Luego de insistir constantemente que la vía diplomática bilateral era el camino correcto -el menos costoso porque servía al sta- tu quo-, acudimos a un tribunal absolutamente impredecible, porque nuestras autoridades no son capaces de procesar los berrinches de un variopinto populista que no hace otra cosa que denostarnos porque le reditúa políticamente. Luego de este empujoncito, ¿conseguirá Evo la reelección indefinida? Para qué decir el espaldarazo indirecto que esta acción le va a significar al fallo que dicha Corte dictó contra nosotros, y que casi todos los juristas nacionales consideraron arbitrario. Recurrir voluntariamente a un tribunal impredecible comprometiendo un cambio de situación, que a lo más nos deja igual, no parece razonable, y menos si con ello validamos al órgano que nos perjudicó tan injustamente. Finalmente, Evo avisó que a su país no le importa perder en La Haya, ya que insistirán igual en sus reivindicaciones, por lo cual aunque ganemos, no van a dejar de utilizarnos como lo hacen hoy. Nada va a cambiar si vencemos. Pero si perdemos… Cristián Gabler Abogado