David contra Goliat,
APRINCIPIOS de año, un asesor del Ministerio de Economía me contactó para que participara en un programa que organizaba junto a BancoEstado, Corfo y la Fundación Socialab, para apoyar a emprendedores que buscan mejorar la inclusión financiera de los micro y pequeños empresarios. Si bien Chile tiene la mayor cobertura de financiamiento para pymes en Latinoamérica, solo un tercio de ellas puede acceder a un crédito, dado un perfil de riesgo más elevado que el que las entidades financieras buscan. Las plataformas de financiamiento alternativo -o (P2P)- pueden ayudar a contrarrestar este problema de acceso, junto con el Gobierno. Estas plataformas están innovando para solventar los problemas que tienen los clientes y que hasta ahora los agentes tradicionales ignoraban. Evalúan el riesgo de manera innovadora, premiando un comportamiento de pagos ordenado (Dicom positivo); recopilan información de los usuarios en forma alternativa (redes sociales) e interactúan con sus clientes, reduciendo fricciones y promoviendo la transparencia. Aspirar a que empresas innovadoras chilenas puedan crecer y competir no solo a nivel local sino internacional, pasa por tener una industria de capital de riesgo, disponibilidad de talento, y un apoyo decidido del sector público. En Chile las plataformas existentes de financiamiento alternativo no tienen un esquema regulatorio especialmente atractivo. Como David contra Goliat, se quedan enfrentadas al favorable al Si Chile quiere potenciar la innovación debe avanzar en esa dirección, más allá del otorgamiento de capital semilla o el cofinanciamiento con fondos de capital de riesgo. Un esquema tal redundaría en mayor número de proyectos rentables para el emprendedor y la industria de capital de riesgo, lo que permitirá atraer más dinero a inversión en proyectos tempranos.
establishment. peer-to-peer statu quo