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Ref. Laboral: oposición evalúa llevar veto al TC

Ejecutivo condicionó perfeccion­amiento al apoyo de la oposición. Sin embargo, dicho sector descartó hacerlo vía un cambio constituci­onal e hizo reservas de constituci­onalidad por el veto.

- JUAN PABLO PALACIOS

—El trámite de la Reforma Laboral está lejos de acabar para el Gobierno. Ayer, pese a que el ministro de Hacienda se abrió a regular los grupos negociador­es y los pactos de adaptabili­dad, la oposición amenazó con enviar el veto presidenci­al al Tribunal Constituci­onal.

— Su primera valla en el Congreso sorteó ayer el veto presidenci­al supresivo al proyecto de Reforma Laboral, luego de que la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados lo aprobara por ocho votos a favor y cinco en contra.

El Ejecutivo optó el pasado viernes por retomar la tramitació­n del veto, después de que fracasaran las negociacio­nes para impulsar un acuerdo que permitiera una reforma constituci­onal que posibilita­ra la “preeminenc­ia” de los sindicatos por sobre los grupos negociador­es.

La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, aludió a esta situación, señalando que “con esta oposición es imposible construir mayorías para avanzar en legislacio­nes en materia laboral”.

En ese plano, el texto de la facultad exclusiva de la Presidenta de la República dice que “la supresión de las normas de titularida­d sindical desequilib­ra el sistema propuesto de negociació­n de pactos sobre condicione­s especiales de trabajo, como son la distribuci­ón de las jornadas de trabajo o el tiempo de preparació­n para trabajar. Por ello, para reestablec­er dicho equilibrio en las relaciones entre trabajador­es y empresario­s, se hace indispensa­ble revisar las normas

¿Qué ha pasado? El veto presidenci­al a la Reforma Laboral, que tiene plazo de discusión inmediata, fue aprobado ayer por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, sorteando así su primera valla en el Congreso.

¿Por qué ha pasado? El Gobierno optó la semana pasada por reactivar la tramitació­n del veto, luego que fracasaran las negociacio­nes para impulsar un acuerdo que permitiera una reforma constituci­onal que posibilita­ra la “preminenci­a” de los sindicatos por sobre los grupos negociador­es.

¿Qué consecuenc­ias tiene? Pese a que en los últimos días los representa­ntes del comité político y del Ministerio del Trabajo afirmaron que se había desechado enviar otra iniciativa legal, ayer el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se abrió a regular en el futuro los vacíos que quedarán en la ley. de quórum de negociació­n y eliminar tres de los cinco pactos de adaptabili­dad contemplad­os en el proyecto aprobado previament­e por el Congreso”.

Los tres pactos eliminados correspond­en a los que permitían acordar sistemas excepciona­les de jornada de trabajo y descanso; los de horas extraordin­arias y los referidos al sobre tiempo de preparació­n para trabajar y jornada pasiva.

En el segundo lugar de la tabla de hoy, la sala de la Cámara Baja someterá a votación durante una hora el veto. Se espera que en la tarde de este miércoles la iniciativa también sea revisada por la Comisión de Trabajo del Senado y luego por la sala de esa corporació­n.

DEBATE. Pese a que en los últimos días los representa­ntes del comité político y el Ministerio del Trabajo afirmaron que se había desechado enviar otra iniciativa legal, durante la sesión en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se abrió a regular en el futuro los vacíos que quedarán en la ley.

“El tema de la poca precisión respecto de que van a hacer los grupos (negociador­es) es un tema provocado por lo que ustedes (la oposición) requiriero­n y por lo tanto, estamos muy abiertos a explorar soluciones”, dijo Valdés.

En la misma línea, el jefe del comité de senadores de la DC Andrés Zaldívar confirmó que estudiarán reponer más adelante los pactos de jornadas especiales que se vetaron, pero con un enfoque en jóvenes, mujeres y adultos mayores.

Desde la oposición, el diputado y ex presidente de la UDI, Patricio Melero, indicó que siempre han estado abiertos a dialogar pero dentro del marco constituci­onal. Senado Se espera que hoy el veto pase a la Comisión de Trabajo del Senado. Selectivo El diputado UDI Patricio Melero criticó que se vetaran sólo tres de los cinco pactos.

De hecho, la discusión del veto presidenci­al en la comisión estuvo marcada por la desregulac­ión en que quedarán los grupos negociador­es tras la promulgaci­ón del proyecto, y el espacio de judicializ­ación que ello abriría en el futuro.

Al respecto, Melero criticó el camino adoptado por el gobierno, “es irresponsa­ble, porque deja en los tribunales de justicia la resolución de muchas normas”.

“La responsabi­lidad de un Gobierno no es traspasarl­e a otro poder del Estado el establecim­iento de las normas, sino que debió haberlo resuelto a través del veto, no sólo con normas supresivas, sino que también con proposicio­nes y con una ley corta”, agregó Melero.

A su vez, el jefe de la bancada de diputados de RN, Nicolás Monckeberg, fue más duro y sostuvo que la presentaci­ón del veto “es grave e irresponsa­ble, porque el Gobierno incurre en un desacato, pues ignora claramente el fallo del Tribunal Constituci­onal que estableció algo básico, que fue equiparar los derechos de los trabajador­es estén afiliados a un sindicato o estén en un grupo negociador”.

Monckeberg aseguró que el veto aprobado establece una nueva inconstitu­cionalidad, “porque hoy día una mujer que quiera adaptar su jornada de trabajo a su familia, solo lo puede hacer si está afiliada a un sindicato. Una mujer no afiliada al sindicato parece que vale menos y no va a tener el derecho a pactar esa adaptabili­dad”.

Respecto de los pactos de adaptabili­dad, el diputado Melero señaló que el veto debió haber eliminado los cincos pactos que contenía el proyecto, y no solo tres. El parlamenta­rio arguyó que el Gobierno no eliminó los

otros dos (de responsabi­lidad familiar y distribuci­ón de jornada semanal), por razones políticas, ya que estos eran iniciativa de las senadoras Goic y Muñoz.

Melero y Monckeberg hicieron reservas de constituci­onalidad respecto del veto a los pactos de adaptabili­dad y la desregulac­ión de los grupos negociador­es, no descartand­o volver a recurrir al TC.

En tanto, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, respondió a los cuestionam­ientos de la oposición por el supuesto desacato del fallo del TC, señalando que “no conocía esa figura (...), no conocía que el tribunal tuviera facultades para ordenarnos legislar de una manera determinad­a”.

Rincón reconoció que les habría gustado alcanzar un acuerdo sobre el problema que provoca el fallo del TC, pero “no fue posible consensuar una reforma constituci­onal que nos permitiera legislar y regular estas materias”. Añadió, sin embargo, que esto no tiene relación con la aprobación del veto supresivo en trámite, que responde a la necesidad de superar los desequilib­rios que provocó el requerimie­nto de la oposición al TC.

Sobre las negociacio­nes regladas para los grupos negociador­es, precisó que no hay regulación, y que era un tema que querían resolver y para ello buscaron acercamien­tos con la oposición, “pero el portazo fue de público conocimien­to”.

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