“Hay que mantener el riesgo crediticio soberano sumamente acotado”
¿Cómo se encuentra el escenario fiscal para enfrentar el Brexit? ¿El espacio para subir el gasto fiscal en 2017 está ahora incluso más acotado que lo que se anticipaba una semana atrás?
—Lamentablemente la situación es totalmente distinta a la que vimos los años 2008-2009, cuando se pudo implementar una política fiscal brutalmente contracíclica en los dos últimos años del ministro (Andrés) Velasco. Hoy no se tiene la capacidad fiscal para hacer eso, y creo que sería un error, dada la naturaleza del shock, responder con política fiscal. Nuevamente lo que se va a tener es un mundo más cauto, inversionistas más prudentes que también van a ver con mucho más cautela las posiciones crediticias, tanto de los soberanos como de las corporaciones. Frente a ese escenario de mayor riesgo y de escrutinio, desde el punto de vista fiscal, lo que se debiese hacer para ayudar a que la economía chilena responda de mejor manera a la crisis es mantener el riesgo crediticio soberano sumamente acotado.
¿Hay que mantener la prudencia?
—Uno de los activos y banderas que Chile puede enarbolar en este nuevo escenario global es que tiene una política fiscal prudente y sobre todo creíble. Estoy en desacuerdo con los que dicen que los niveles de endeudamiento de Chile son preocupantes. Siguen siendo bajos, pero se tiene que mantener la credibilidad en la trayectoria. En ese sentido, el Ministerio de Hacienda el año pasado se comprometió a una trayectoria de una reducción de 0,25 punto porcentual por año. Si se llegase a desviar en esa trayectoria, sería la peor noticia que pudiéramos entregarles a los inversionistas y a los mercados financieros externos respecto de Chile. —Sin lugar a dudas. En un mundo en el que los niveles de riesgo en general van a ser percibidos como mayores uno tiene que diferenciarse, ¿cómo se diferencia Chile en la política fiscal? Con credibilidad. No se puede estar cambiando la trayectoria de la política fiscal todos los años y es muy importante que se mantenga el compromiso. Por esto hay que buscar otro tipo de herramientas para estimular el crecimiento.
¿Cree que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés va a tener la capacidad de contener el gasto fiscal en un año electoral?
—Creo que el Gobierno en general y el Ministerio de Hacienda en particular van a tener que buscar herramientas alternativas a las tradicionales. Siempre lo más fácil es echar mano a la política fiscal, pero lo que se va a demandar en este nuevo escenario es un esfuerzo adicional para buscar otro tipo de herramientas y eso no implica renunciar a buscar formas de apuntalar el crecimiento. El ministro está sumamente comprometido a mantener la trayectoria que él introdujo el año pasado.
¿Valdés se juega el partido más importante en este presupuesto?
—Será un punto determinante en la conducción económica de este Gobierno.