Empleados públicos asumen peor escenario macro: pedirán reajuste bajo dos dígitos
Efecto Brexit y menores expectativas de PIB llevaron a la mesa a acotar sus demandas, aunque esperan lograr un incremento que recupere el poder adquisitivo perdido tras la última negociación. Propuesta se situaría entre 6% y 9% de alza.
Dentro de las próximas tres semanas los gremios entregarían su petitorio .
¿Qué ha pasado? La mesa del sector público acordó pedir al Gobierno una cifra de reajuste de salarios bajo los dos dígitos.
¿Por qué ha pasado? Los 15 gremios que componen la mesa asumen que el complejo escenario no abre espacios para lograr un incremento cercano a los dos dígitos.
¿Qué consecuencias tiene? Pese al realismo de la mesa, esperan lograr un guarismo que permita recuperar el poder adquisitivo. —“Con el tejo pasado”. Esa ha sido la reacción inmediata en privado de los representantes de los ministerios de Hacienda y del Trabajo frente a la primera propuesta de reajuste que entregan los gremios del sector público al Gobierno. Demanda que históricamente se sitúa en torno a los dígitos.
“Tratamos siempre de poner un techo alto que nos permita luego llegar a un punto intermedio más favorable a nuestra posición. Esa ha sido nuestra estrategia”, revela uno de los dirigentes de la mesa con varias negociaciones en el cuerpo.
Sin embargo, para la discusión de este año —que los gremios esperan acelerar a los meses de julio y agosto— , habría una mayor dosis de realismo.
El Imacec de mayo que mostró que la economía sigue navegando por “aguas tormentosas”; las estimaciones de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) se sitúan bajo 2% y 3% para 2016 y 2017, respectivamente; y la incertidumbre que ha generado el Brexit, llevaron a la mesa a definir que su propuesta salarial se ubicará bajo los dos dígitos.
“El escenario económico actual añade complejidad a la negociación. Además de la incertidumbre del Brexit, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, pretende mantener un déficit fiscal controlado para no afectar el ries- go país y creemos que él va a querer que seamos parte del ajuste fiscal con cargo a nuestro salario. En vista de eso, no vemos que vayamos a pedir un reajuste de dos dígitos este año, no está el horno para una solicitud de ese tipo”, reconoció Esteban Maturana, presidente de la Confusam, entidad que es parte de las 15 organizaciones que componen la mesa.
Al interior de la instancia trascendió que el petitorio buscará conseguir un incremento mayor al de la última negociación con el Ejecutivo, en la que pese al rechazo de los trabajadores, se aprobó un incremento de 4,1% nominal. Para ello, el rango de la nueva propuesta se situaría entre 6% y 9%. Presidente de la ANEF
“Queremos un reajuste real de remuneraciones, por lo tanto la fórmula va a incluir la inflación, más otros puntos que queremos ganar”, precisó Maturana, quien añadió que la propuesta definitiva será acordada el próximo miércoles.
Como insumos técnicos de la negociación, el Banco Central en su último IPoM proyectó que la inflación llegara a 3,6% en diciembre y a fines de 2017 se situará en 3%.
Esta estrategia se afinó el miércoles en la tarde en una reunión donde los gremios escucharon la exposición del asesor económico, Manuel Gajardo. Allí se ratificó que el petitorio a Hacienda se entregará dentro de las próximas tres semanas.
Los dirigentes esperan comenzar la negociación con el Ejecutivo las primeras semanas de agosto y zanjar durante ese mismo mes el guarismo que regirá al sector desde el 1 de diciembre.
“No queremos repetir la negociación del año pasado. Hay certeza de que podemos perder, pero lo vamos a hacer con dignidad y eso significa que va a haber harto ruido”, afirmó el presidente de Confusam. Presidente de Confusam Anticipación Habitualmente el debate del reajuste ocurre en noviembre, pero este año se quiere acelerar a julio.
Por su parte, el presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Raúl de la Puente, en su última cuenta pública respaldó la estrategia de negociar con movilización.
“Debemos primeramente ponernos de acuerdo en una propuesta común, que no es fácil, porque se entrecruzan distintos intereses de cada organización que componen la mesa, en cuanto a capacidad de lucha, propuesta, tamaño etc. lo que complejiza la negociación interna (...) Se acordó iniciar la negociación de reajuste 2017 en forma más prematura, con el convencimiento que esta propuesta debe ser acompañada de movilización para que efectivamente tenga fuerza y ese convencimiento tenemos que irradiarlo”, dijo.