Economía Dinero
PREOCUPADA por el escenario fiscal de corto y mediano plazo se encuentra la ex directora de Presupuestos y actual subdirectora del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), Rosanna Costa, quien prevé una discusión compleja de la Ley de Presupuestos 2017, puesto que advierte de presiones políticas y expectativas desbordadas que pueden complicar aún más las finanzas públicas.
Para la economista, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, tiene que pasar el test de la responsabilidad fiscal en esta discusión, porque en sus manos estará que el país siga manteniendo la clasificación de riesgo actual.
El Gobierno está comenzando a elaborar el Presupuesto 2017, ¿cómo perfila la discusión?
—Se ve una discusión bastante compleja. Hay un desorden político importante que no ayuda a hacer un debate de esta naturaleza, donde es necesario contar con el apoyo de todo el equipo de Gobierno. Adicionalmente hay presiones y expectativas importantes. Más que el presupuesto del próximo año me preocupa el mediano plazo.
¿Cómo debería enfrentar este escenario el Gobierno?
—El gasto comprometido no es inamovible, pero requiere de una fortaleza política e institucional y un orden que reemplace este manejo de expectativas desbordadas. Esa carencia ( de orden) es un tema relevante para las cuentas públicas.
¿No ve a nadie con la suficiente capacidad para contener estas demandas?
—Veo al ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, haciendo lo mejor posible, pero eso aún es insuficiente.
En las próximas semanas, Hacienda debe dar a conocer el PIB (Producto Interno Bruto) tendencial para el Presupuesto 2017, ¿cuál es su estimación?
—Hoy día cualquier ejercicio nos da un PIB tendencial cercano a 3%. No lo veo más bajo, pero tenemos que cambiar el foco si queremos que esto no se siga deteriorando. Tenemos que poner el foco en la economía, en el crecimiento, pero de verdad.
En ese sentido, ¿cuánto espacio tendría para crecer el gasto público en 2017?
—Todavía para el próximo año tenemos nuevos ingresos provenientes por la Reforma Tributaria, por lo tanto, tendremos un crecimiento del gasto en torno a 3%, quizás algo menos. Para adelante se terminan los ingresos extras de la Reforma Tributaria o bien quedará muy poco.
¿Qué le parece la opción que abrió el ministro Valdés de financiar el déficit efectivo con los recursos del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES)?
—Los recursos del FEES se establecieron para financiar la parte del presupuesto que no alcance a cubrirse con los ingresos del período cuando estamos en un ciclo adverso, es decir, cuando el crecimiento del PIB efectivo está por debajo del potencial. Por lo tanto, que una parte del déficit se financie con FEES forma parte de lo que se esperaría. Esta es una decisión que obedece a parámetros estrictamente financieros.
¿Ve como algo inminente un cambio en la clasificación de riesgo para Chile?
—El ministro de Hacienda logró que se haya mantenido la clasificación de Chile. Me imagino que eso va con una trayectoria y compromiso de seriedad que ha tenido Chile. El test que se viene ahora es la Ley de Presupuestos 2017, ya que ahí se debe reafirmar lo que se ha dicho. Si miramos los parámetros que sustentan nuestra clasificación de riesgo nos muestran que estamos bastante cerca de países que tienen una clasificación más baja. Este primer paso, que es mantener un presupuesto responsable, se debe dar, y mostrar que nos encaminamos hacia eso. Nos están observando con mucho cuidado y por ello debemos dar señales de que seguimos siendo un país serio.
¿Cómo ve el escenario fiscal para el mediano y largo plazo?
—Para el mediano plazo estamos sin holguras fiscales o bien con holguras negativas y eso me preocupa mucho, ¿qué significa eso?, que el gasto comprometido supera la proyección de ingresos de la Dirección de Presupuestos.
Esta situación de estrechez fiscal ¿se debió principalmente al bajo ciclo económico que afectó los parámetros estructurales o también al proceso de reformas?
—No le podemos echarle la culpa de todo a los parámetros estructurales, porque hasta ahora hemos ajustado en un cuarto de punto el déficit estructural. El programa se diseñó con un crecimiento alto, se pensó que las reformas no iban a afectarlo en nada, ni siquiera en el corto plazo, y lo que pasó es que afectó tanto el crecimiento de largo como el de corto plazo. Si bien hubo factores externos que lo agravaron, el diseño de las políticas no tuvo una correlación en el tiempo con las reformas y los ingresos.
¿Y qué cree que pasó en el diseño de las políticas públicas?