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de alumnos que podrán matricular, e incluso los estándares de calidad que guiarán el proceso de acreditación y a su vez, la distribución de recur- A juicio del organismo, muchas de las labores que tendrá el Estado atentan contra la autonomía de instituciones de Educación Superior. sos (definidos por la subsecretaría perteneciente al Ministerio de Educación).
Asimismo, consideran que el proyecto ha sido concebido bajo un diagnóstico equivocado, “pasando por alto las cualidades del sistema actual y destruyendo por ello elementos que han contribuido al crecimiento en el acceso y la equidad”.
En esa línea, LyD defiende el actual modelo y el aumento de cobertura que con los años ha tenido. De hecho afirman que “mientras la matrícula total casi se ha quintuplicado desde 1990, desde 245 mil a 1,1 millones, y la cobertura neta creció desde 12% a 37%, la composición según procedencia socioeconómica del estudiante se ha vuelto cada vez más balanceada”. Para eso, destacan, ha sido vital la existencia tanto de instituciones estatales como privadas.
RIESGOS QUE VE LYD “Terminar homogeneizando la provisión de educación superior, como si formar a los profesionales del futuro equivaliera a fabricar un commodity o a seguir una receta redactada por el Ministerio de Educación”. “El sistema de educación superior ha cosechado importantes éxitos en las últimas décadas. Quizás el más notable es el aumento en la cobertura, especialmente en los sectores de menores ingresos”.
Millones. En LyD defienden el actual modelo respecto al aumento de cobertura se ha quintuplicado desde 1990.