Insólita visión de gremios públicos
Llama la atención la fuerte pelea que dieron los gremios del sector público por la negociación colectiva en el sector privado, pero que la rechazan para los propios trabajadores estatales.
UNA POSICIÓN insólita es la que plantearon los dirigentes gremiales del sector público. Manifestaron ante el Congreso su rechazo a legislar en materia de incorporar el mecanismo de negociación colectiva a los trabajadores estatales. Amparándose en los problemas de la Reforma Laboral y cuestionando al Congreso, los representantes rechazaron mociones (el Gobierno no ha definido una posición al respecto, a pesar de una mesa de trabajo que poco ha avanzado) que, supuestamente, benefician a los funcionarios del Estado. Lo más insólito, sin embargo, es que la posición de los dirigentes sea que les resulta preferible mantener la situación actual. Esta consiste, como es del todo evidente, en paralizaciones ilegales, desreguladas, contrarias a la legislación del sector, a costo casi cero, y en las cuales la suspensión de la provisión de bienes públicos es el mecanismo de presión. La visión de los dirigentes es profundamente reveladora de una posición corporativizada y opuesta al interés público. Pero, además, casi no resiste análisis, va contra el criterio y toda lógica. Incluso no se condice con los propios argumentos entregados por los actores respecto de las bondades de contar con negociación colectiva en el sector privado. Esto demuestra, una vez más, que es fácil exigir para el resto ciertos derechos, pero otra cosa es cuando les “tocan” sus intereses.