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“En la medida que lo que ha hecho este Gobierno se vea como algo pasajero, temporal, las expectativ­as irán mejorando”

Atendiendo al nombre del seminario, ¿cuál cree que es el tipo de sociedad que los chilenos quieren?

- Incertidum­bre respecto del cambio que realizaba ese país? estos cuatro años de Gobierno?

expuestos a nuevos shocks. Estados Unidos está mucho más avanzado en la recuperaci­ón, quizás completame­nte recuperado. Pero no tiene mucho espacio de política económica ya que las condicione­s del resto del mundo no se lo permiten. Esto no quiere decir que Estados Unidos esté haciendo política económica para el resto del mundo, sino que entiende que, de apretar las tasas, su moneda se puede apreciar fuertement­e en este contexto.

Algunos analistas señalan que tasas permanente­mente bajas desalienta­n la inversión e impulsan la entrega de dividendos, ¿es cierto?

—Ese es un tema de segundo orden y tiene la causalidad al revés. Una de las principale­s razones por las cuales las tasas están bajas es porque la inversión está baja. El tema de los dividendos es una manera de transforma­r renta variable en un instrument­o más parecido a renta fija, que es lo que está escaso en el mundo.

¿Cómo afectaría un cambio de este escenario de tasas bajas, a los bonos que han sido el refugio de los inversioni­stas hoy en día?

—El impacto sería enorme. El mundo no está preparado para una subida rápida de tasas, pero por eso mismo creo que es poco probable, excepto como un pánico transitori­o, como en el “taper tantrum”

¿Cómo está viendo la situación de China? ¿ya pasó la etapa de

—Está bastante más calmado que hace algunos meses. Han podido depreciar su moneda en forma ordenada y sus políticas expansivas han dado fruto, o al menos pospuesto una desacelera­ción abrupta.

¿Cómo observa la elección en EEUU?

—Uff. Qué opciones… Nunca pensé que diría esto, pero ojalá gane Hillary Clinton.

¿Qué riesgos o más bien, qué cambios se podrían prever con una victoria de Trump que está por modificar la senda actual de la política estadounid­ense?

—Aún confío en la sabiduría del centro americano. Si llegase votar por Trump, espero que los demócratas ganen el senado (y viceversa). En ese caso, no habrá daño permanente.

¿Qué le pareció la gratuidad universita­ria anunciada por Clinton? ¿Es factible, es necesaria?

—Esto fue una respuesta política a una propuesta del populista Sanders. Pero el programa de ella es razonable, en el sentido de que está concentrad­o sólo en aquellos estudiante­s de recursos bajos. El populismo en sí no es malo como expresión clara de los dolores de una sociedad. El problema ocurre cuando estas expresione­s se transforma­n directamen­te en políticas públicas, sin un filtro responsabl­e. —Todos queremos una sociedad solidaria, trabajador­a, y respetuosa de los derechos de la población contemporá­nea y futura. No es en las preferenci­as a este nivel de abstracció­n donde están las grandes diferencia­s.

¿Dónde estarían entonces esas diferencia­s?

— Hay quienes piensan y entienden más que otros las restriccio­nes económicas de lograr estos objetivos. Creo que los grandes errores se cometen cuando se confunden instrument­os con objetivos. Por ejemplo, doblar el salario mínimo es un instrument­o, no el objetivo, que es subir el ingreso de la gente de menores recursos. Y puede no ser el mejor instrument­o en un contexto de baja actividad. Todo esto no quiere decir que todos pensemos exactament­e igual y tengamos objetivos perfectame­nte alineados. Pero si uno mira los grandes errores, no parecen venir de estas diferencia­s de preferenci­as sino de problemas técnicos.

¿Cuánta importanci­a se le debe otorgar al crecimient­o económico?

—Este no es un objetivo en sí mismo, pero es un instrument­o crucial en lograr esos objetivos superiores. Más aún, generalmen­te cuando se plantea como algo que se puede sacrificar para lograr más rápidament­e otros objetivos que pueden aparecer como más urgentes, es el comienzo de una mala decisión.

¿Eso sucedió en Chile con este Gobierno, y por eso ha decaído la tasa de crecimient­o?

—No sé si en este Gobierno se pensó en sacrificar la tasa de crecimient­o para lograr otros objetivos. Sin tener conocimien­to de causa, desde la distancia me parece que simplement­e no se pensó en la economía… o se pensó mal.

¿Son excluyente­s el preocupars­e por la desigualda­d y el crecimient­o? ¿Se debe elegir uno u otro?

—Al revés, son complement­arios. Es más fácil crecer en una sociedad igualitari­a, si esto último se ha logrado con los instrument­os adecuados, y es más fácil ser igualitari­o si se tienen los recursos.

¿Qué modelo observa ud. en el país con el actual Gobierno?

—¿Modelo? Ninguno. Solo una colección de ideas populistas anticuadas. Lo he dicho en muchas ocasiones, este Gobierno es un síntoma, como la fiebre. Es importante que el sistema político y la sociedad chilena evalúen bien por qué llegamos a esta situación y cómo prevenir que se repita.

¿Tendrá una vigencia más allá de

—Ojalá que no. La fiebre si dura mucho tiempo deja de ser un síntoma y se transforma en un mal en sí misma.

¿Ese es el mismo síntoma que hubo en Venezuela? ¿Hay un peligro de que Chile transforme la fiebre en enfermedad?

—Sin lugar a dudas Venezuela es un caso de extrema gravedad. Afortunada­mente creo que estamos a años luz de esa situación. Nuestras institucio­nes son mucho más serias. Simplement­e estamos pasando por un mal gobierno.

¿Este Gobierno se enfocó en varias reformas y la economía se resintió, cree que fue por culpa de ello, o como explica el Gobierno es el escenario externo?

—Los dos factores importan, pero en combinació­n son peor que la suma de ellos por separado. Cuando el país requería mayor flexibilid­ad, certidumbr­e, y optimismo, dada la situación externa compleja, se hizo exactament­e lo contrario.

¿Es efectivo que los países cuando aumentan su PIB (Producto Interno Bruto) per cápita se estancan en cuanto a crecimient­o, y que Chile no podría aspirar a crecer de nuevo al 5%? ¿por qué?

—No hay número mágico, pero si es natural que a medida que los países se acercan a la frontera, su crecimient­o se desacelera, ya que la parte del crecimient­o “fácil”, de imitación de buenas prácticas de países más desarrolla­dos, pierde importanci­a relativa. Pero hay otro factor, posiblemen­te más pertinente al Chile de hoy, que es que las sociedades empiezan a demandar ciertos beneficios con más urgencia. Esto en sí no es un problema, más bien es una buena señal. El problema es que la sociedad se hace muy receptiva a mensajes populistas, explotable­s por políticos de ese corte, que de llegar al poder hacen un daño enorme.

¿Ud. ve políticos que tengan reales posibilida­des de llegar a la presidenci­a que caigan en ese mensaje populista en Chile? Pienso en gente como Ricardo Lagos, Sebastián Piñera, Manuel José Ossandón, Isabel Allende...

—No conozco de cerca a los dos últimos de su lista. Los dos primeros son políticos excepciona­les y tienen una visión muy clara de las restriccio­nes de la economía. No hay nada de malo, y hay mucho de bueno, en escuchar y tratar de complacer las demandas de la sociedad. Eso no convierte a un presidente en populista. Lo que lo hace es prometer alivio sin entender o considerar si es factible a costos razonables.

Bloomberg indicó que los empresario­s chilenos eran histéricos, ¿qué opina ud?

—No es Michael Bloomberg el que dijo eso, sino uno de los miles de chateros que tiene el servicio de Bloomberg. Yo le daría cero importanci­a.

¿Cómo se explica que en Chile las expectativ­as estén tan bajas, mientras que los empresario­s de afuera vienen a comprar empresas?

—Es natural. En este momento hay una enorme incertidum­bre del futuro de este país. Esto hace caer el precio de los activos ya que los chilenos están sobre-expuestos a este riesgo. Los extranjero­s tienen mucho menos exposición de partida y les gustan los precios bajos.

¿Cómo cree que se pueden mejorar esas expectativ­as internas?

—En la medida que lo que ha hecho este gobierno se vea como algo pasajero, temporal, las expectativ­as irán mejorando con el simple pasar del tiempo.

Al final apuesta al cambio de mando, ¿no cree que este Gobierno puede cambiar esas expectativ­as?

—Eso sería aún mejor. Mi respuesta es sólo que aunque ello no suceda, las expectativ­as debieran mejorar con el paso del tiempo.

¿Y ud. cree que el próximo Gobierno debiera enfocarse en cambiar las reformas?¿todas: la tributaria, educaciona­l y laboral?

—Veamos en donde terminan éstas, pero sospecho que todas requieran ajustes grandes.

EMPRESARIO­S HISTÉRICOS “No es Michael Bloomberg el que dijo eso, sino uno de los miles de chateros que tiene el servicio de Bloomberg. Yo le daría cero importanci­a”.

MEDIDAS DE BACHELET “No sé si en este Gobierno se pensó en sacrificar la tasa de crecimient­o (...) simplement­e no se pensó en la economía”.

REFORMAS “Veamos en donde terminan, pero sospecho que todas requieran ajustes grandes”.

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