Agro preocupado por Reforma Laboral
Se trata de un sector que convive con una serie de externalidades, como el clima o el ciclo productivo de los animales. Ello hace que una reforma como la citada debería adaptarse.
MÁS ALLÁ del revés que el Gobierno enfrentó en el Tribunal Constitucional con el proyecto de Reforma Laboral y de los pasos que ha seguido luego en torno a la iniciativa, ha resurgido la preocupación por el efecto que esta tendrá en sectores específicos de la actividad económica. Es el caso del sector agroindustrial, que por sus particularidades convive con una serie de factores externos que no controla, como el clima o el ciclo de la naturaleza. Dado ello, existen algunos lineamientos contenidos en el proyecto que resultan imposibles de aplicar a dicha realidad sin una necesaria adaptación. Eso ocurre con el fin del reemplazo en huelga, por ejemplo, en una planta exportadora de fruta: si los trabajadores sindicalizados paralizan, ¿quién podrá procesar, embalar y exportar el producto? La fruta que se envía hacia los mercados externos debe ajustarse a una serie de requisitos y normas, entre ellos de maduración, y si no son cumplidos la fruta no es recibida. Por otra parte, el factor climático también puede jugar en contra de las empresas al momento de establecer un piso de negociación. Las “heladas” no están establecidas por calendario, por lo que de un año para otro los resultados financieros de una empresa pueden cambiar dramáticamente. Por tanto, una reforma como la que se discute no puede pasar a llevar las particularidades que exhibe un sector como el agro.