Ciudad Aeroportuaria de Santiago
EL AEROPUERTO Internacional Arturo Merino Benítez (AMB), el mayor terminal aéreo de Chile, tanto en movimiento de pasajeros como de carga, quiere situarse entre los 100 mejores del mundo y en uno de los referentes aeroportuarios de América Latina, apoyándose en las ventajas de un país que cuenta con una economía de bases sólidas, una institucionalidad estable, un contexto regulatorio favorable a las inversiones, un turismo privilegiado y un tráfico de mercancías en constante crecimiento.
Con ese objetivo, Nueva Pudahuel, la sociedad que en febrero de 2016 se hizo con la concesión por los próximos 20 años del AMB, prevé invertir unos US$900 millones en la renovación de las instalaciones actuales.
Las llamadas Ciudades Aeroportuarias, como es el caso de Schiphol (Amsterdam), Aviápolis (Helsinki), Charles de Gaulle (París), Airport Logistics Park (Singapur), el Parque de los Reyes (Madrid), Hillwood (Fort Worth), etc., son modelos que han inspirado a Enea a orientar su estrategia de crecimiento, consciente de las crecientes exigencias que enfrenta el AMB, así como de las ventajas competitivas que tiene el parque industrial y logístico que se ubica en Pudahuel.
Enea tiene ante sí el reto prioritario de enfocarse en desarrollar servicios de infraestructuras complementarias al aeropuerto, así como a mejorar la conectividad e integración con éste, contribuyendo así a que el AMB deje de ser únicamente un prestador de servicios, y se convierta en una plataforma de intercambio comercial de primer nivel, como ocurre en las principales ciudades del mundo. Sólo así, Santiago podrá contar con una moderna ciudad aeroportuaria al servicio de las empresas y de sus diversos usuarios, y, en última instancia, del país.