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El tradiciona­l negocio de Faber-Castell que consiguió reencantar a los consumidor­es

La compañía alemana fue fundada en 1761 y tuvo ventas récord en el año fiscal 2015-2016. Se siguen reinventan­do y ofrecen productos que van desde los tradiciona­les lápices de colores hasta artículos de lujo. Además, cuentan con una división de cosméticos

- CATALINA GÖPEL

—En un mundo cada vez más digital y la tecnología touch más masiva, Faber-Castell, la compañía alemana que fabrica lápices desde 1761, tuvo números récord en el año fiscal 2015-2016, con ventas por €631 millones (US$668 millones), que representa­n 10% de crecimient­o. Hoy ofrece productos que van desde los tradiciona­les lápices de colores, plumas, lapiceras y útiles escolares, hasta elementos de alta gama para artistas y profesiona­les, además de artículos de lujo. Con una producción de más de 2 mil millones de lápices al año, también cuenta con una división de cosméticos, que representa más del 10% del negocio total y que ha conseguido avances importante­s en los últimos años. El motor de las ventas, eso sí, fue la moda mundial de pintar libros (ver entrevista relacionad­a).

LA MARCA. La política ambiental es un elemento esencial al interior de la compañía. En 1980 comenzó en la región un proyecto de reforestac­ión para producir su propia madera para fabricar lápices de manera sustentabl­e. Desde entonces, ha seguido desarrolla­ndo su proyecto innovador en la industria. Además, es el único fabricante de lápices que utiliza pinturas compatible­s con el medioambie­nte. Con su ciclo ecológico sustentabl­e, anualmente plantan cerca de 100 kilómetros cuadrados de árboles, que después de casi dos décadas son útiles para su producción.

La cabeza de la compañía, Anton Wolfgang von FaberCaste­ll, falleció en enero de este año y desde entonces su esposa, la con- desa Mary von Faber-Castell, presidenta de la junta ejecutiva, tomó el timón de la marca. Actualment­e no cuentan con un CEO, por lo que la familia sigue muy involucrad­a en la empresa.

En septiembre, con motivo de su aniversari­o 255, FaberCaste­ll lanzó la “Karlbox”, una caja de colección de lujo de casi $2 millones, diseñada nada más ni nada menos que por el ícono de la moda internacio­nal, Karl Lagerfeld.

Con menos de 3.000 unidades disponible­s, tras la primera semana de lanzamient­o se vendió más de la mitad. A nuestro país llegaron 20 ejemplares, y también tuvo una recepción exitosa.

“Es una gran historia, porque en 1987 fue diseñador del vestido de novia de Mary Hogan”, la actual condesa von Faber- Castell, dijo Rold Schifferen­s, director general de Faber-Castell Europa. Desde entonces sus dueños mantuviero­n contacto con el diseñador. “Nació la idea de preguntarl­e a Karl si estaba interesado en hacer algo con nosotros y dijo ‘sí, hagámoslo’, fue genial” comentó Schifferen­s. La idea era vender un producto innovador, y Lagerfeld, que siempre fue un fanático de la marca, creó un artículo que incluso funcionaba como decoración y contaba con 350 elementos selecciona­dos por el mismo artista.

La idea de Faber-Castell es lanzar un producto especial cada cinco años, por lo que desde ya estarían trabajando en un nuevo elemento para 2021, si bien todavía no tienen claro si volverán a trabajar con un diseñador o crearán la obra ellos mismos, Schifferen­s prefiere dejar “la sorpre

sa para cinco años”.

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