Los bonos le hacen frente al desafío de la liquidez
Los últimos acontecimientos en el mercado de deuda mostraron que la renta fija está operando bien y que podría aguantar golpes adicionales en el futuro.
EL mercado de bonos estadounidense -que maneja US$41 trillones (millones de millones), acaba de pasar una prueba de fuego: demostró que puede cambiar y adaptarse a visiones cambiantes sin un colapso de por medio.
Aquello es significante porque la Fed, los grandes bancos y los inversionistas han gastado miles de horas en estudiar la salud del mercado para determinar los costos de financiamiento de consumidores, compañías y gobiernos. Se temía que el mercado había sido dañado por nuevas regulaciones y la falta de modernización, lo que podría haber redundado en la incapacidad de los inversionistas de actuar de manera rápida ante cambios en el ambiente.
Sin embargo, los inversionistas parecieran estar en un buen pie este mes, a pesar de disrupciones significativas en el Después de que Donald Trump resultara electo como el próximo Presidente de Estados Unidos el 8 de noviembre, los operadores subieron con fuerza sus expectativas de inflación y pronósticos de costo de deuda. Los bonos del Tesoro
status quo.
y de otras agencias del gobierno registraron su mayor caída mensual desde 2004. Los bonos corporativos, en tanto, anotaron su pérdida más alta desde 2013. Los inversionistas incorporaron de manera drástica valores más altos en inflación y tasas de interés.
La caída en los precios no se produjo como resultado de movimientos bajos y erráticos. Al contrario, los montos transados en papeles de tesorería subieron a su mayor nivel en cinco años. La actividad en bonos con gra- do de inversión y high yield también aumentó, transformando al actual mes en el noviembre más movido desde que se tenga registro. De igual manera, los volúmenes transados en ETF de deuda también avanzaron a su nivel más alto en el año.
Todo esto pareciera sugerir que los mercados operaron bien y que podrían aguantar golpes adicionales en el futuro. Sin embargo, hay señales de precaución. Primero, las transacciones estuvieron concentradas en bonos que mayormente tienen mayor actividad, dejando intacto al resto. Segundo, las tomas de ganancias no parecen haber sido provocadas por la liquidación de un fondo, sino por las expectativas de las eventuales políticas de Trump. Los inversionistas pueden haber experimentado algunas pérdidas, pero pudieron cerrar transacciones. Así es como se supone que deberían funcionar los mercados.
La autora es columnista de Bloomberg.