Falla en regulación
Según la nueva normativa de estacionamientos, las empresas deben responder por los robos y hurtos o daños a los vehículos que se produzcan dentro de sus recintos, “siendo civilmente responsables de los perjuicios causados al consumidor”. Pero la ley obliga a su vez a los consumidores a tener pruebas del robo y demostrar que no estaban las medidas de seguridad suficientes, algo que es casi imposible y genera un problema extra a los usuarios. Antes de la puesta en marcha de la nue- va ley, en casi el 100% de las reclamaciones por hurto y/o robo, los jueces respaldaban a los usuarios, por lo que la mayoría de las empresas preferían contratar seguros que los protegieran y en caso de denuncias buscaban pagar rápido, antes de llegar a juicio, con el fin de resguardar la imagen de la marca. El seguro indemnizaba. Ahora, los usuarios deberán probar que no estaban las medidas de seguridad adecuadas, y para los dueños de estacionamientos será más fácil eximirse de responsabilidad, quedando en una situación más ventajosa. Con las condiciones más restrictivas por parte de las compañías de seguros, esto sin duda se traspasará al usuario vía precio, ya que las compañías de seguros traspasan el mayor riesgo vía precio a las empresas, lo que explica el alza de 75% promedio en los precios una vez implementada la ley. Es decir, el remedio fue peor que la enfermedad. Lo más probable es que a corto plazo se tenga que revisar la normativa porque los únicos perjudicados son los usuarios. Atrás quedaron los tiempos que el sistema estaba bien regulado. Una vez más la legislación quiso mejorar algo que funcionaba bien.
Andrea Santiagos
Gerente general AltaDirección Corredores de Seguros SPA