Falta de institucionalidad complica diseño de políticas públicas sobre inmigración
En el marco del seminario de PULSO Ciudad, tres panelistas abordaron el desafío urbano que ha significado el aumento del flujo de migrantes a Chile.
—Con la presentación de un proyecto de ley que reforme el sistema de inmigración en Chile a la vuelta de la esquina, la pregunta sobre qué características tendrá cobra especial relevancia, en un contexto en que el flujo de extranjeros al país se ha puesto en el centro del debate público.
Y un punto en particular llamó la atención de tres personas que han seguido el tema de cerca: ¿qué cambios ofrecerá sobre la institucionalidad que rige estas materias?
En el marco del primer seminario de PULSO Ciudad, “Inmigración y ciudad”, el director nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, Miguel Yaksic destacó la importancia de que se cree una entidad independiente.
En un principio, señaló, el borrador original de la ley “quedó en un cajón” porque fue rechazado por Hacienda debido a que tenía “un presupuesto grande”. Este proyecto contaba con la creación de un servicio nacional de migración, pero en febrero lo sacaron de la propuesta para disminuir el nivel de Soluciones. Ante el problema habitaciones, el gobierno trabaja en mejorar cités y viviendas antiguas, altamente demandadas por los migrantes. burocracia.
“Yo creo que es un error tremendo”, critica Yaksic, explicando que uno de los problemas centrales del sistema actual es que no hay una política integral y que el proceso está “muy desarticulado”. Por ejemplo, dijo, existen extranjeros que tienen tres RUT ficticios distintos, otorgados por distintos servicios públicos.
La mejor opción, defiende Yaksic, es un órgano ubicado, de preferencia, en el sistema de Alta Dirección Pública y que tenga la solidez institucional para sobrevivir a los cambios de inquilino en La Moneda y hacer políticas integrales.
Con el proyecto sin esta institución nueva, “van a seguir teniendo los mismos problemas”, advirtió.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, por su parte, comparte la necesidad de que la ley que proponga el Ejecutivo se haga cargo del asunto de la institucionalidad. Sin esto, explicó, “se va a generar una burocracia mayor que va a entorpecer los procesos”.
El edil de Santiago –una comuna que tiene una alta concentración de extranjeros viviendo entre sus límites– destacó que la mejor opción es tener una política “clara y simple”, a diferencia del sistema actual. Hoy en día, ejemplificó, existen hasta 14 tipos de visas distintas a las que un extranjero puede postular para ingresar al país.
Además, destacó, debe tratarse de una política a largo plazo.
En representación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que ha desplegado distintos mecanismos para subsanar la situación habitacional en el país, Pablo Contrucci concuerda en que es necesario “más Estado” en la fórmula.
Pero las mejoras no se detienen con la presentación de una nueva ley, agregó, sino que es necesario que se formulen políticas migratorias concretas y transversales. “No hay visión país respecto de qué hacemos con la migración”, lamentó el jefe de la División de Desarrollo Urbano.
EL PROBLEMA DEL HACINAMIENTO. En la comuna de Santiago, uno de los problemas centrales que han saltado a la vista es la situación habitacional de personas extranjeras, según comentó el alcalde Alessandri, destacando que la población migrante vive mayoritariamente en la Región Metropolitana y que se trata principalmente de gente joven.
En términos de vivienda, el edil advirtió que la situación de hacinamientos y subarriendos abusivos son los principales problemas de los extranjeros viviendo en la comuna, además de la exigencia de tener avales y garantías que en muchos casos no pueden obtener, lo que los empuja hacia los subarriendos.
Contrucci, por su parte, planteó que el Minvu no tiene programas o presupuestos especiales asignados para migrantes, dado que tienen las mismas posibilidades de acceder a subsidios que los ciudadanos, pero que sí se han dado fenómenos particulares del segmento, como una mayor demanda de subsidios de arriendo.
Esto no significa, sin embargo, que los extranjeros se estén “llevando” los subsidios de los chilenos, apuntaló, agregando que en los otros subsidios que entrega el Minvu, la participación de inmigrantes es mucho menor.
El Ministerio está implementando mecanismos para avanzar en la protección de migrantes, destacó el jefe de la División de Desarrollo Urbano, mejorando cités y viviendas antiguas -que tienen una alta demanda entre los migrantes- a través de subsidios de mejoramiento de viviendas, con mecanismos ligados al subsidio de arriendo.
Yaksic, si bien reconoce que se han hecho avances tanto a nivel gubernamental como municipal, enfatizó en que falta mucho camino por recorrer.
El jesuita señaló que en el país “no hay una oleada migratoria” y que la tasa de migrantes es inferior a la de otros países de la OCDE y de América Latina, señalando que Chile no es “el Estados Unidos del Cono Sur”. Además, dijo, el foco se debe poner en la integración y la facilitación de mecanismos para conseguirla en vez de las barreras, señalando que éstas no frenan la entrada de personas al país, sino que sólo favorece la irregularidad y la vulnerabilidad de los migrantes.
Para combatir el hacinamiento, Yaksic señaló que en esta materia “falta Estado!” y que se debe mejorar el marco regulatorio con la inclusión de una nueva institución, dado que la regulación actual está muy desarticulada.
Este es un problema urgente, que requiere más participación de las instituciones y que el hacinamiento es un problema grave que va a decantar e problemas a futuro. “Si seguimos hacinando a los migrantes, vamos a tener un conflicto social en 30 años más”, comentó.P