Los retos regulatorios que trae la puesta en marcha de IoT
Desde el sector privado aplauden el crecimiento de IoT en Chile. Sin embargo, desde la industria tecnológica advierten que aún hay una serie de elementos que mejorar en cuanto a las normativas.
UN estudio reciente de la consultora Strategy Analytics concluyó que las conexiones móviles de IoT (Internet of Things) llegarán a 2.400 millones en 2025 en los segmentos de autos, utilities y seguridad. Todos estos sectores combinados representarán el 46% del total de las conexiones a IoT en el mundo.
Esto no sólo es algo de lo cual se tenga que preocupar la industria de las telecomunicaciones, las empresas tecnológicas y el sector privado en general. Un componente importante para su desarrollo son las normativas y la legislación. IoT puede estar en actividades tan diversas como la conexión de un refrigerador o un smartphone, hasta el comportamiento de una flota de camiones y la carretera donde circulan. Por lo tanto, la legislación debería contemplarla en todas sus aristas.
Datos personales
En primer lugar, los datos que generan los sensores en muchos casos son personales. El desafío es aun mayor si consideramos que, según el último Ericsson Mobilty Report, el IoT tendrá una tasa de crecimiento anual compuesta del 23% de 2015 a 2021, pudiendo incluso, superar a los teléfonos móviles como categoría con el mayor número de dispositivos conectados en 2018. El informe señala además, que habrá 28.000 millones de dispositivos conectados en 2021, de los cuales 16.000 millones estarán relacionados con el IoT (ver gráfico).
Hace dos semanas, la Presidenta Michelle Bachelet firmó el proyecto de ley sobre protección de datos personales, que forma parte de la Agenda de Probidad y Transparencia. Entre varios temas, define un estatuto especial para proteger datos sensibles, como los relacionados a la salud, biometría y geolocalización, temas clave en el Internet of Things.
Según Christian Sfeir, gerente de cloud & enterprises de Microsoft Chile, la firma del proyecto de ley es una muy buena noticia, “pues desde la industria, hemos impulsado la creación de esta figura para el resguardo de los usuarios que hoy están utilizando nuevas tecnologías. Además, el proyecto de ley está actualizando una legislación, prácticamente, del siglo pasado, en la que tecnologías como la nube, IoT, Big Data y otras que usan los datos de las personas, no existía o era desconocida”, comenta Sfeir.
Por su parte, Rodrigo Martínez, gerente general de Redd, estima que la protección de datos es clave, porque saben que los sensores están entregando información privada. “Por eso, cuando se discuta la ley en el Congreso, esto debería ser un tema prioritario. A pesar de que los aparatos conectados son propiedad de las personas, es muy simple vincularlos y geolocalizarlos, por lo que hay que tener los resguardos legales necesarios en el uso de esa información”, dice Martínez.
En la Asociación Chilena de Tecnologías de la Información (ACTI) estiman que al igual que internet en general, no existe una regulación específica para el IoT. “Este es el principal inconveniente para los consumidores, ya que la información que se procesa y almacena es personal, sensible e íntima. Por este motivo la regulación en este contexto está siendo objeto de debate. Es muy importante que el proyecto de ley permita a los ciudadanos un mejor control de sus datos personales y a las empresas aprovechar al máximo las oportunidades de un mercado único digi- tal, reduciendo la burocracia y beneficiándose de una mayor confianza de los consumidores”, comenta Jaime Soto, secretario general de ACTI.
Justamente, respecto a la implementación en el sector privado, Redd acaba de lanzar un estudio sobre cómo las empresas chilenas están adoptando IoT, el cual reveló que el cambio cultural es percibido como la principal barrera para la implementación en el ámbito industrial, con un 21% (ver gráfico y recuadro). “Esperamos que durante la tramitación legislativa se considere un articulado que asegure el principio de libre flujo de datos, crítico para el desarrollo de la economía digital y del carácter global que tienen los negocios en la era de la Cuarta Revolución Industrial como son las soluciones en la nube o el IoT”, agrega Sfeir, de Microsoft Chile.
Infraestructura
Otro tema en el que la industria muestra preocupación es en los desafíos en infraestructura que planeta el IoT y de qué forma la normativa se alinea.
Chile tiene buenas cifras al respecto. Según el ranking de Internet que publica Akamai, nuestro país es el tercero con mejor velocidad de internet de América, después de Estados Unidos y Canadá, con 8,6 Mbps, bastante superior al promedio mundial de 7 Mbps. Además, el