Pulso

Gutenberg Martínez:

—El democratac­ristiano insiste en que la primera vuelta es la mejor opción y que luego de ésta se deben lograr las alianzas entre las fuerzas cercanas de la centro izquierda. —El ex diputado confiesa que la “irrupción de Piñera ha sido potente”, pero que

- Una entrevista de GLADYS PIÉROLA

“La irrupción de Piñera ha sido potente, la inacción socialista paralizant­e y la amenaza de la izquierda retro progresist­a complica a la izquierda oficialist­a”

EL ex timonel de la DC, Gutenberg Martínez, mira con atención el panorama presidenci­al de la Nueva Mayoría y acusa un cierta “inercia” dentro del bloque oficialist­a. Por ello, a un mes que se inscriban las candidatur­as para las primarias legales del 2 de julio, insiste que “la primera vuelta debiera ser una opción para todos los candidatos”.

En este escenario es que el histórico dirigente falangista defiende que la candidatur­a de la senadora Carolina Goic tenga más tiempo para desplegars­e y para marcar la diferencia, en especial con Sebastián Piñera oficialmen­te en carrera. “Los llamados de Piñera no mueven un pelo en nuestro electorado y en nuestra periferia”, asegura.

Es que precisamen­te son las definicion­es programáti­cas las que serán claves para la proyección, pues Martínez asegura que la Nueva Mayoría debe pasar de un “acuerdo programáti­co” a un “status superior” de una coalición. “Hay que abandonar la retroexcav­adora y el desprecio por la obra de la Concertaci­ón, y rescatar el valor del diálogo y los acuerdos”, señala.

Sin embargo, la decisión de la DC y el futuro de la NM se despejará a fines de abril, para tener un escenario completo, con el resultado del refichaje del resto de los partidos y también con la decisión presidenci­al más clara en el oficialism­o. Especial atención provoca lo que pase mañana en el Partido Socialista, pues esto será clave para la opción final que zanjará la propia DC. Por eso, pide que el PS “retome” su rol protagonis­ta en la carrera a La Moneda y deje de ser “espectador”.

A tres semanas de la proclamaci­ón de Carolina Goic y con Sebastián Piñera oficialmen­te como abanderado presidenci­al, ¿cómo ve el inicio de su candidatur­a?

—El tema de los tiempos es crucial. Si es para competir en primarias, es un escenario más complejo y de corto tiempo. No está claro quiénes serían los contrincan­tes y cuáles serían los temas a discutir. La irrupción de Piñera ha sido potente, la inacción socialista es paralizant­e y la amenaza de la izquierda retro progresist­a complica a la izquierda oficialist­a. No existe una reflexión seria de cuál sería la nueva coalición y cuáles sus nuevas caracterís­ticas. La Democracia Cristiana y Goic avanzan definicion­es en su Junta Nacional y en Icare y la inercia caracteriz­a al resto. En ese marco, la salida de Carolina Goic gene-

ra expectativ­as, que movilizan y que serían en todo caso mayores en una definición de competir hasta primera vuelta.

¿La primera vuelta es aún una opción para la DC, aunque eso signifique dividir a la Nueva Mayoría?

—La primera vuelta debiera ser una opción para todos. Esta sustituye de hecho las primarias. Es más convocante, permite el ejercicio de la sana competenci­a y la representa­ción de la diversidad y luego permite los acuerdos entre las fuerzas cercanas, que en nuestro caso se dan en el ámbito de la centro izquierda. Los dos bloques son parte de las necesidade­s del período de la consolidac­ión de la democracia, ahora la demanda ciudadana es diversidad y mayor competenci­a, para eso está la primera vuelta. Ésta refuerza la democracia, aumenta la participac­ión y luego vienen los acuerdos en la segunda vuelta.

Y en esto, ¿cuánto pesará en el partido la decisión que tome este sábado el Comité Central del PS?

—El PS es un partido importante y esperamos que tome decisiones y recupere un rol de actor y no de espectador.

¿Debe la Democracia Cristiana fortalecer el eje con el Partido Socialista?

—El eje DC-PS ha sido muy importante y las definicion­es que vienen nos indicarán si es posible restituirl­o. En la línea de las dos listas parlamenta­rias, la DC tiene dos opciones DC-PS o DC-PR. Creo que esto debemos definirlo muy, muy pronto. No hay tiempo para más demoras.

En este escenario, el ex Presidente Piñera inició su carrera con un discurso dirigido al voto de derecha, pero también apeló al electorado DC, ¿cuánto podría afectar a la candidatur­a de la senadora Goic?

—Siempre hay que distinguir los dos escenarios: primarias o primera vuelta. Mientras exista la candidatur­a de Goic, los llamados de Piñera no mueven un pelo en nuestro electorado y en nuestra periferia. Si así no fuere tendríamos algún problema.

El ex Presidente Piñera ha criticado fuertement­e las reformas de este Gobierno y prometió corregir varias, partiendo por educación y también diferenciá­ndose en temas como pensiones, ¿qué rol debe cumplir su partido en la continuida­d de las reformas?

—Es evidente que los principios y valores que inspiran a la derecha y a la DC son diferentes. Nosotros creemos en la solidarida­d y ésta nos indica que una reforma tributaria era necesaria, quizás una de caracterís­ticas más simples; que la reforma de la educación es necesaria, y que ésta debe centrarse en la persona y no en las estructura­s, a mi entender, con una reforma algo distinta a la que hemos tenido, que no se ha centrado en los niños y preescolar­es donde se producen las diferencia­s que después no se recuperan y que debiera tener un énfasis real en la calidad y la descentral­ización. La DC es un centro humanista y reformista, y por eso favorecemo­s los cambios bien pensados y bien hechos.

Usted señaló que Goic era “el rostro fresco y emergente” que necesitaba el país, pero han emergido otras candidatur­as como la de la periodista Beatriz Sánchez por el Frente Amplio, que pueden apelar a las mismas fortalezas...

—Carolina Goic es el rostro fresco y emergente que el país necesita, que ha demostrado su capacidad y que sin desmerecer a nadie, resalta por su transparen­cia, sencillez y facilidad para representa­r el mensaje socialcris­tiano.

La senadora Goic habló de primarias con “condicione­s”, acuerdos programáti­cos, que en la Nueva Mayoría se comprometi­ó, pero aún no se inician las conversaci­ones formales, precisamen­te esperando a la DC.

—Los acuerdos programáti­cos en la NM los veo complicado­s, pues el acuerdo vigente respecto a Bachelet es un “acuerdo político programáti­co” y como resultado de la autocrític­a del mal funcionami­ento de la Nueva Mayoría, de las desintelig­encias con el Gobierno y de su baja valoración ciudadana, se comenzó a hablar de elevar el nivel y profundida­d del acuerdo al status superior de una coalición. Ser una coalición es un acuerdo trascenden­te en temas más profundos: en nuestra línea, hay que abandonar la retroexcav­adora y el desprecio por la obra de la Concertaci­ón, y rescatar el valor del diálogo y los acuerdos, el valor de la gradualida­d y de la noción de proceso.

Y en materia propiament­e programáti­ca, ¿qué acuerdos deberían tener?

—Reponer como objetivo el alcanzar el desarrollo de Chile, un objetivo nacional y de todos, que movi- lice todas nuestras energías, para ello, retomar la senda del crecimient­o con equidad e inclusión. También darle a nuestra política internacio­nal un liderazgo en materia de derechos humanos y promoción de la democracia especialme­nte en América Latina. Mejorar la calidad de la gestión pública y asumir el desafío de la seguridad ciudadana. Preocuparn­os de las familias chilenas y de impulsar una política pro natalidad frente a la tasa negativa de crecimient­o de nuestra población. También, necesitamo­s tomar el tema de las pensiones como un desafío de país que convoca a trabajador­es, empresario­s y Estado y la colaboraci­ón público-privada. Además, mejorar de la salud y la reactivaci­ón de la inversión en infraestru­ctura. Debemos preocuparn­os de la excesiva concentrac­ión y de las PYMES, la educación preescolar y tantos temas más. Aunque debo reconocer que en el escaso tiempo que resta para las primarias es difícil construir un acuerdo. A la primera vuelta creo que es más posible y creíble.

Pero en este tiempo, ¿se deben tender los puentes programáti­cos y estratégic­os con candidatur­as como la del ex Presidente Lagos?

—Las coincidenc­ias programáti­cas es temprano anunciarla­s, cuando no se inicia el trabajo respectivo, pero en un análisis preliminar del trabajo programáti­co en la Democracia Cristiana y en los libros y escritos de Lagos, se observan coincidenc­ias interesant­es.

¿Cómo ve el factor del senador Guillier en el partido?, ¿cuáles serían las coincidenc­ias y las diferencia­s programáti­cas que la Democracia Cristiana tendría con él?

—No conozco textos de otros que me permitan emitir una opinión fundada.

“La inacción socialista es paralizant­e y la amenaza de la izquierda retro progresist­a complica”.

“Los dos bloques son parte de las necesidade­s del período de la consolidac­ión de la democracia, ahora la demanda ciudadana es diversidad y mayor competenci­a, para eso está la primera vuelta”.

“Mientras exista la candidatur­a de Goic, los llamados de Piñera no mueven un pelo en nuestro electorado”.

“Hay que abandonar la retroexcav­adora y el desprecio por la obra de la Concertaci­ón, el valor del diálogo y los acuerdos, el valor de la gradualida­d y de la noción de proceso”.

“En un análisis preliminar del trabajo programáti­co en la DC y en los libros y escritos de Lagos, se observan coincidenc­ias interesant­es”.

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