Una historia repetida,
ALGUNOS MEDIOS han adelantado la propuesta del Gobierno para reformar el sistema de pensiones. Esto después de reunirse con muchas personas y hacer un análisis profundo de este, incluyendo una Comisión Asesora Presidencial.
El problema del sistema previsional es que las pensiones son bajas, básicamente por dos razones: pocos participan cotizando y aquellos que participan, ahorran poco. Lo primero se demuestra por la baja tasa de cotizantes activos -menos de la mitad de las personas que trabajan-, lo que se traduce en extensas lagunas previsionales. Lo segundo se evidencia cuando constatamos que nuestra tasa de cotización obligatoria del 10% es menos de la mitad de lo que se ahorra en los países de la OCDE. Es oportuno, entonces, analizar si esta posible propuesta de reforma se hace cargo del problema. Primero, aumentar la cotización obligatoria en cinco puntos porcentuales con cargo del empleador, destinando sólo una parte de este aumento a las cuentas de ahorro individual, empeorará la situación. El mayor esfuerzo no se refleja comparativamente en el ahorro que hacen los trabajadores, generándose además un desincentivo a participar del sistema. ¿Van a cotizar más personas o crecerá el ahorro? La respuesta es no. Segundo, licitar el stock de afiliados en nada ayuda a subir las pensiones y agrega una tremenda carga regulatoria. ¿Van a participar más personas gracias a la licitación o crecerá el ahorro? La respuesta es no. Tercero, es discutible la medida de incorporar a los afiliados en las decisiones sobre inversión. Mientras por una parte acerca a los afiliados al sistema y les permite entender mejor cómo este funciona, también puede afectar el proceso de decisiones de inversiones. Por último, subir el tope imponible parece una buena medida, ya que se hace cargo de personas y familias de clase media, en la medida que hoy están cotizando menos del 10% de sus ingresos. Las eventuales propuestas no apuntan a resolver las causas que explican las bajas pensiones, y probablemente agravarán el problema en el largo plazo. ℗