Semana Santa en dos ruedas

Para los deportistas que aún no tienen planeado su panorama para el 14, 15 y 16 de abril, una buena idea es recorrer algunos lugares de Chile en bicicleta y maravillarse con paisajes, flora y fauna única en una estación del año perfecta para hacerlo. Valle del Elqui: reviviendo la ruta de las líneas del tren

— La idea de esta increíble ruta que comunica a quince pueblos entre La Serena y Rivadavia, fue de la Corporación Elqui Pedaleable, quienes bautizaron este recorrido como el del Tren Elquino y buscan transformarla en la primera ruta verde de Sudamérica.

Todo partió en 1984, cuando el viejo tren dio vida a las localidades por donde pasaba, pero luego su suspensión quedó en el olvido. Hoy se reactiva con dos circuitos. El primero es Vicuña – El Arenal, con casi 6 kilómetros de extensión, y el segundo es El Arenal – Diaguitas, con 3,9 kms. Además, existen otros sectores transitables entre El Molle y el Embalse Puclaro, pero se ven cortados abruptamente por portones instalados en algunos predios. Desde la ruta D-41, se puede ingresar a Gualliguaica y recorrer la ribera norte del Embalse Puclaro. Son aproximadamente 4 kilómetros asfaltados sin berma y tiene en total 15,5 kilómetros de extensión. En Diaguitas hay lugares para detenerse y visitar, como por ejemplo la cervecería

Guayacán.

Huasco-Bahía Inglesa: la ruta de las playas del norte

—Esta zona es conocida por tener las playas más lindas y extensas de Chile. La carretera a la altura de Vallenar puede ser el punto de partida, llegar a Huasco para seguir por el norte por todo el camino que bordea la costa con una muy linda vista. Una buena opción para realizar una parada es el camping Tres Playitas, luego unos pocos kilómetros más adelante se encuentra la playa de la Luna y más al norte, Punta de Lobos. Siguiendo con los mejores paisajes, más adelante se encuentra el Parque Nacional Llanos del Challe donde se puede acampar y si prefiere seguir la ruta, la última parada antes de llegar a Bahía Inglesa es Carrizal Bajo, ahí se podrá encontrar agua de la cual deberá abastecerse. El último tramo es el más pesado ya que son 148 kilómetros, sin embargo, hay varias playas en las cuales podrá tomar un descanso.

El recorrido hasta la playa de Bahía Inglesa tiene una extensión de

200 kilómetros en un camino en buen estado y plano.

Valdivia: su reserva costera desde La Unión hasta Niebla

— Este recorrido está diseñado para expertos que quieren vivir una aventura única en el sur de Chile con un pedaleo de 235 kilómetros.

El punto de partida es en La Unión hasta la Caleta Hueicolla, justo en la costa de la Selva Valdiviana, cruzando la cordillera La Pelada. La distancia de este tramo dura aproximadamente un día, sin embargo, los parajes que se podrán encontrar desde lo alto son únicos, sin dejar de nombrar su flora y fauna.

Al llegar a la costa, una buena opción para descansar es la Hostería Hueicolla, pero también hay un Airbnb que es una casa en un árbol que tiene capacidad para dos personas y está en la mita de la selva. Una buena parada son los campamentos madereros de alerces que se encuentran camino a Chaihuín. El recorrido sigue hasta Corral, que cuenta con camino pavimentado donde se puede ir apreciando los paisajes de la costa. El punto final es en Niebla donde se podrá tomar una barcaza que llegue hasta Valdivia.

Pichidangui: Cerro Santa Inés, a un costado de la Panamericana

—La dificultad de este recorrido es media y dura alrededor de dos horas, entre sus circuitos hay varios senderos que tomar para llegar a los 689 msnm.

Entre los caminos de ascenso hay algunas pendientes fuertes, leves y otros para los que recién comienzan a pedalear. En la cima del cerro ocurre algo especial, pareciera que se estuviera cerca de las nubes ya que se instala una neblina que forma un microclima especial, muy similar al que se presenta en el Parque Fray Jorge, caracterizado por el llamado “bosque de niebla”. Además cuenta con árboles únicos como el palo colorado, litre, molles, peumos y una biodiversidad de especies. Este sector ha tomado relevancia científica debido a su biodiversidad, y está siendo estudiado para ser protegido. Se puede acceder a la cumbre del Cerro Santa Inés mediante un camino peatonal conocido por lugareños, y que toma alrededor de una hora y media. Uno de los grandes atractivos para los más osados son los senderos que se pueden ver desde la cima, ya que muchos de ellos cuentan con fuertes pendientes, para los más prudentes hay un camino más plano y con menor dificultad.