El despertar de los poderosos,
No deja de ser interesante el hecho de que siendo dueño de medios, Luksic haya apostado por salir al campo digital. Luksic ha entendido que una cosa son las plataformas y otra el contenido.
menos podrá defender lo importante.
“¿Y si me equivoco?”. Absurdo… ¿Llegó a encabezar la empresa que tiene sin equivocarse nunca? Pues aquí es lo mismo. Sólo basta con mirar el ejemplo del mismo Luksic: hace prácticamente un año subió un video a Youtube que fue, inapelablemente, un en muchos sentidos. Un discurso aparentemente improvisado, en un escenario propio de Bruce Wayne y viralizado en un sospechoso canal de Youtube supuestamente de su hijo, creado ese mismo día y en el que a la fecha sólo figuran tres videos: el mencionado, una explicación ante los medios respecto del video y un video ajeno sobre una atleta chilena. Un error, por donde se lo mire, del propio Luksic, sus asesores y, si cabe, su hijo. Pero luego vino Twitter, hace poco más de dos meses, y el éxito ha sido tan evidente como la torpeza del video previo.
“¿Y si nadie me pesca?”, podría usar de defensa otro. Si nadie lo “pesca” es precisamente porque está nadando por el lado equivocado del océano comunicacional. Si su mensaje es certero, ponderado y auténtico, prepárese, que los pescadores se lanzarán al agua con tal de “pescarlo”.
“¿Y si se ríen de mí?”. Sería novedoso si está en el puesto en el que está sin que nadie se haya reído de usted. Si alguien se ríe de usted por ser un “poderoso 2.0”, usted ríase con él. Luksic en eso, ha sido un maestro.
“¿Y si me siguen insultando permanentemente?”. Mire, es muy probable que a Luksic, cuando pise un tribunal o evento, lo seguirán insultando y por las redes. Pero, por otro lado, es un hecho que en la 2.0 ya habrá un grupo de ciudadanos que lo defenderá o, al menos, guardará silencio; y, además, le aseguro que poco a poco, mientras lo insultan en la calle, irán apareciendo los chilenos que estarán ahí, sencillos, que se acercarán a darle la mano y, por qué no, pedirle ayuda en una situación personal. Usted habrá ascendido desde “otro empresario” hasta “líder social”.
Este escenario no es más que “confianza”, “apoyo”, “reconocimiento social” y “reputación”, la tarea fijada por Moreno.
¡Al agua 2.0, pato! ℗
El autor es académico Universidad de los Andes (@albertopedro).