Gas natural en Transantiago
LA PRÓXIMA renovación de 3.500 buses de la flota Transantiago abre una oportunidad para introducir tecnologías limpias en el transporte de la Región Metropolitana, con los consiguientes beneficios en materia de descontaminación ambiental y salud de la población. Una de las opciones limpias que ayudaría a mejorar la calidad del aire es el gas natural, tecnología disponible, madura y probada con éxito. Según concluyó un estudio liderado por el Centro Earth de la Universidad Adolfo Ibáñez, realizado a solicitud de AGN por los profesores Raúl O’Ryan y Mauricio Osses (UTFSM), el gas natural permitiría reducir la contaminación por material particulado e impactar positivamente en la salud. En efecto, reemplazando una pequeña fracción del parque de buses y vehículos comerciales se podrían lograr beneficios al año 2030 del orden de US$42 millones por menor mortalidad y morbilidad. Esto se lograría sin necesidad de subsidios especiales, sólo asegurando condiciones que permitan a este combustible competir con el diésel. El gas natural puede ser una alternativa competitiva al diésel, para lo cual es esencial que se corrija la distorsión tributaria que opera en favor de este. En lo que pare- ce un contrasentido ambiental, el diésel paga un menor impuesto específico que el GN, lo que se ha constituido en una barrera. Nuestra asociación está a favor de la diversificación de alternativas energéticas y celebra que licitación del Transantiago incorpore buses limpios. Sin embargo, no se puede desatender que la opción de buses a gas natural es, al menos, 30% más competitiva que la de los buses eléctricos y no genera una pérdida fiscal por menor recaudación. ℗