Socialismo, comunismo y capitalismo rentista
LAS INVERSIONES del PS y la venta de inmuebles del PC han levantado una serie de reacciones. Ambos han construido su discurso denunciando los supuestos “males del capitalismo”, culpando a la economía libre de todos los problemas. El PS y el PC despliegan una retórica virulenta en contra de la economía libre y sus instituciones, haciendo gala de un discurso donde las ideas centrales son las obsoletas recetas de nacionalizaciones masivas, colectivismo, estatismo e intervencionismo económico. Pero la realidad es otra y ellos se mueven como expertos en el mercado bursátil e inmobiliario. La actitud rentista se proyecta a la labor legislativa, y no es de extrañar que sus propuestas estén dirigi- das a intervenir y regular excesivamente cada vez más aspectos de la economía. ¿La razón? Estos grupos rentistas prefieren una economía lo más cerrada y regulada posible. Mientras gozan de las ventajas materiales del mercado para financiar la política y su causa, supuesto “bien público”, descaradamente buscan limitar los beneficios de esta lógica en otros “bienes públicos”. Lamentablemente, el daño a la confianza en las instituciones puede ser de gran alcance. Porque, más de la legalidad, el problema radica en que la opinión pública percibe estas situaciones como eventuales actos de corrupción y no como actos de inconsistencia o inconsecuencia. Estos problemas confirman que los mejores antídotos para los conflictos entre la política y la actividad económica son el Estado de Derecho y la economía libre. Debe existir igualdad ante la ley, reglas claras y objetivas y un ambiente que elimine la discrecionalidad del
Estado. ℗
El autor es director de investigación Instituto Res Publica (@AIriarteIRP).