Estrechez fiscal se toma la agenda: próximo Gobierno sólo podría reasignar gasto
Si una próxima administración apuesta por mantener el ritmo de convergencia hacia el balance estructural, no tendría espacio alguno para nuevos gastos.
—Cálculos del ex subdirector de Presupuesto, Guillermo Pattillo, dan cuenta de la estrechez fiscal del nuevo Gobierno que asuma en 2018. Gasto fiscal podría crecer sólo 3% en 2018, 2% en 2019 y 1,8% en 2020.
Hacienda anticipa a Nueva Mayoría que no habría espacio para más inversión pública en 2018. Sebastián Piñera acusa a La Moneda de irresponsabilidad fiscal. Valdés Responde. Recorte de S&P condiciona a Guillier. Nueva Mayoría le pide un programa responsable.
“El gasto fiscal podrá crecer en 2018 del orden de 3% como máximo, dado que se deberá presentar un déficit cíclicamente ajustado de 1,45% del PIB”. GUILLERMO PATTILLO Académico de la Universidad de Santiago Foco. Para salir de este problema fiscal, el economista ve como único camino concentrarse en el crecimiento económico.
—La rebaja en la clasificación de riesgos que realizó Standard & Poor’s (S&P) para Chile de AA- a A+ será un factor que estará presente en la política fiscal que deberá realizar el próximo Gobierno. Esto porque una de las recomendaciones que entregó la entidad para mantener la perspectiva estable y recuperar el terreno perdido era mantener una estrategia fiscal de convergencia a balance fiscal.
En este punto, el propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, señaló que el supuesto de la clasificadora para mantener la perspectiva estable contempla que se “siga una estrategia fiscal como la que estamos haciendo”. Pero en la práctica habrá que ver qué significa que el próximo período presidencial deba mantener la ruta de reducir en 0,25% por año el déficits fiscal estructural, cuánto podrá crecer el gasto público y qué programas podrá financiar.
De acuerdo al académico de la Universidad de Santiago y ex subdirector de Presupuestos, Guillermo Pattillo, si el próximo Gobierno quiere mantener esta misma trayectoria, el espacio para gasto público será reducido, ya que si quiere realizar nuevas políticas que impliquen gasto tendrá que reasignar recursos o bien eliminar programas mal evaluados y utilizar ese gasto en nuevas medidas.
De acuerdo a cálculos de Pattillo, si la nueva administración quiere seguir la reducción en 0,25% y considerando un PIB tendencial de 2,8% y un precio del cobre de US$2,57 la libra, el crecimiento promedio del gasto públi-
co entre 2018 y 2021 será de 2%. De esta manera, en 2018, la expansión fiscal sería de 3%; en 2019 bajaría a 2%, en 2021 a 1,8% para cerrar el período en 1,5% de expansión. (Ver tabla). De ser así, el déficits fiscal estructural partiría en 1,45% en 2018 para llegar a 0,7% en 2021.
Para salir de este problema fiscal, el economista señala que el foco del próximo Gobierno debe estar puesto en “el crecimiento económico, ya que este único factor podrá modificará de modo relevante la restricción presupuestaria del fisco”.
En este aspecto, Pattillo subrayó que lo primordial es buscar nuevos incentivos para que la inversión repunte, ya que se deben “maximizar los ingresos y racionalizar los gastos”.
GASTOS COMPROMETIDOS. En el último informe de finanzas públicas presentado en octubre de 2016, Hacienda señaló que el aumento de los gastos comprometidos para 2018 equivale a 5,5% respecto de 2017. Esto se traduce en un alza implica del orden de US$3.540 millones de gasto más el próximo año. Es decir, si en este nuevo informe de Finanzas Públicas que Hacienda deberá presentar en octubre a la Comisión Mixta Especial de Presupuestos se mantiene esta misma perspectiva, el próximo Gobierno también recibirá “holguras negativas”, es decir, más gastos que ingresos.
En 2018, la expansión fiscal sería de 3%, en 2019 bajaría a 2%; en 2021 a 1,8% para cerrar el período en 1,5% de expansión.