Efecto nulo: rebaja en clasificación de riesgo no mueve a bonos corporativos ni bancarios
A pesar de la acción de S&P, los títulos no se vieron afectados en el mercado internacional.
Aunque altamente anticipada entre los agentes del mercado, la rebaja de clasificación crediticia de Chile levantó dudas sobre los efectos que esta degradación del perfil del país tendría en los instrumentos de deuda fija.
Un efecto que hasta el momento no ha sido para nada dramático.
Los CDS, una de las maneras de medir la percepción de riesgo de un país a nivel internacional, no sintieron el impacto de la rebaja.
Antes de que la agencia calificadora S&P Global Ratings informara de su decisión, los credit default swaps de Chile a cinco años operaban en el nivel de los 64 puntos base. Al día siguiente, el viernes, avanzaron levemente hasta los 66 pb. Ayer, volvieron a retroceder hasta los 65 pb.
Por su mayor relación con el Gobierno y la frecuencia con la que emiten títulos de deuda en el mercado internacional, las compañías estatales parecían especialmente expuestas al recorte en la calificación. Además, los bancos se llevaron las miradas, dado que el día siguiente de informar su decisión en cuanto a la deuda soberana, S&P también rebajó el rating de BancoEstado y Banco de Chile y cambió la perspectiva a negativa de otras diez instituciones financieras del país.
Sin embargo, tampoco se ha observado un efecto en los precios de los bonos en el extranjero de estas compañías.
El avance más grande fue un aumento de 28 centavos de dólar en el bono a septiembre de 2035 de Codelco, quedando en US$114,04 ayer, mientras que la caída más dramática fue de sólo 17 centavos de euro en el papel a julio de 2032 de BancoEstado, que lo dejó ubicado en los 91,99 euros.
Las tasas y los spread de estos instrumentos también se han mantenido estables desde el anuncio.
Según señaló Jaime Achondo, gerente general de la corredora de bolsa Fynsa, los bonos de empresas estatales han tenido un comportamiento estable desde el anuncio de S&P. “No ha habido movi- mientos materiales a raíz del cambio de clasificación”, dijo.
Es más, en el escenario actual, tendría más peso los designios de las administradoras de fondos mutuos. Las presiones sobre los papeles corporativos y bancarios nacionales se han dado porque las firmas están vendiendo títulos de corto plazo. Esto debido a la débil cifra de inflación que sorprendió al mercado hace menos de dos semanas, provocando una inversión en la curva de rentabilidad de los bonos, explicó Achondo.
Por su parte, Felipe Lubiano, head of Fixed Income Latam de BCI, describe los efectos de la noticia a nivel de spread como “mínimos”. El EMBI Chile, dijo, mostró una variación de 2 puntos base, lo que era esperable debido a que el premio por riesgo percibido por los inversionistas se adelanta a las clasificadoras.
En esa línea, Lubiano destacó que el spread soberano de Chile está sólo 40 puntos base sobre su mínimo histórico y 160 pb por debajo de su máximo nivel. “La clasificación en sí no ha sido un factor que marque precio o un premio por riesgo mesurable, y en parte se debe a la incorporación de bonos cuasi soberanos en el índice”, comentó.
La clave está en la internalización. “Los cambios en fundamentos se recogen con anterioridad al cambio en la clasificación, por lo que los riesgos estructurales ya están reflejados en precio”, dijo Lubiano, agregando que, dada la alta clasificación de riesgo de Chile, una rebaja no justifica rebalanceos de fondos soberanos ni “efectos significativos” en bonos corporativos.
Por su parte, el mercado local estará marcado en lo que queda del año por las expectativas de crecimiento e inflación, lo que podría hacer que el Banco Central cambie su estrategia actual, además de las elecciones y lo que suceda en el plano internacional, como cambios de tono en la Reserva Federal de Estados Unidos, comentó David López, gerente de Renta Fija de Ameris Capital.
Por su parte, los bonos del BC y los de Tesorería en pesos han subido 10 puntos base en promedio desde el viernes, agregó, mientras que las tasas en UF también subieron, aunque en menor medida.
Baja de perspectiva El recorte de outlook incluyó a Banco Santander, BCI, BBVA, Itaú Corpbanca, Banco Bice y Banco Security.
El IPC de junio sorprendió a la baja al ubicarse en -0,4% mensual y 1,1% en doce meses.