El Gobierno se enfrentará nuevamente al TC. Ahora será el turno de la Ley de Aborto
Nueva Mayoría quiere que la actual estructura del Tribunal revise el proyecto, donde cuenta con más apoyo.
Guillier relanza idea de disolver el TC, mediante una reforma constitucional.
Chile Vamos pedirá que el tribunal revise la propuesta y en la Nueva Mayoría dicen que esta debe ser ley lo antes posible, para que sea analizado por la actual composición del ente, que es favorable a La Moneda, pero que cambiará en septiembre. La iniciativa se vota hoy en la Cámara. Pero, igual que en el Senado, el apoyo de la DC no es seguro: al menos tres diputados votarán en contra.
—La concreción del plan de reformas de la Presidenta Bachelet no ha sido fácil. Durante su Gobierno, no sólo enfrentó una fuerte oposición de Chile Vamos en el Congreso e incluso, en sus propias filas para implementar sus proyectos, sino que también tuvo que obtener la aprobación del Tribunal Constitucional (TC), institución a la que la centroderecha ha recurrido en varias ocasiones para frenar algunas iniciativas.
Así ocurrió en 2015 con la gratuidad en la educación superior, cuando la oposición pidió la revisión constitucional del beneficio por “discriminar arbitrariamente” a los estudiantes, y en 2016, cuando la oposición envió a esa instancia la reforma laboral, pidiendo declarar inconstitucionales la titularidad sindical y la extensión de beneficios vía afiliación a sindicatos. Pero en los próximos días, una tercera reforma será sometida al TC: la despenalización del aborto en tres causales.
Ayer, tras la aprobación del proyecto en el Senado, los parlamentarios de Chile Vamos anunciaron que recurrirán a la entidad, por considerar que las tres causales vulneran el derecho a la vida y que discrimina a seres humanos que no han nacido. “La primera causal (de riesgo de vida de la madre) es muy amplia y por lo tanto el acto médico apunta a interrumpir el embarazo y no a salvar la vida de la madre, y eso es aborto”, explicó la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselbeghe.
Sobre la causal de inviabilidad fetal, la senadora dice que “no sólo atenta contra la vida del feto, sino que además discrimina a ese ser humano por el hecho de no estar sano. Como está enfermo o con una discapacidad, le quitan el derecho a vivir”. Mientras que a la tercera causal, que permite el aborto en caso de violación, “discrimina en la concepción, de si fue concebido en condiciones de violencia o de no violencia”, plantea la dirigenta.
“Desde ya anunciamos que vamos a recurrir al Tribunal Constitucional, por la grave vulneración del derecho a la vida del que está por nacer”, informó el senador Francisco Chahuán. La petición ante el TC, dicen en la oposición, se hará esta semana y constará de dos informes que redactarán los senadores y diputados de Chile Vamos, respectivamente.
LA COMPOSICIÓN DEL TC. La ofensiva de la derecha desató el temor del oficialismo, donde ya se están organizando para defender el emblemático proyecto. Pero, por lo pronto, la Nueva Mayoría enfrenta una batalla clave: la de que el proyecto sea convertido en ley lo antes posible, para que sea revisado por la actual composición del TC y no por la formación que tendrá a partir
Discriminación. La derecha plantearán que la norma discrimia al que no ha nacido y que afecta el derecho a la vida.
Votación. La Cámara votará hoy tres aspectos clave: la extesnsión de conciencia al equipo médico, el reforzamiento al plan de acompañamiento de embarazos complejos y la posibilida de que menores de 14 años pidan a tribunales de famialia la intervención quirúrgica.
de septiembre, cuando la presidencia del organismo sea asumida por Iván Aróstica, quien fue director jurídico del Ministerio del Interior en el período de Sebastián Piñera.
La preocupación se expresa incluso en voz de los dos abanderados oficialistas. “Están transformando el TC en un poder político y no en lo que es, que es un tribunal que ve que las leyes se hagan conforme a derecho y que además tienen consistencia jurídica”, afirmó Alejandro Guillier, mientras que Carolina Goic (DC) critica que “lamentablemente (la oposición) hizo reserva de constitucionalidad, incluso en la primera causal, que nadie lo puede entender”.
Para frenar a la derecha, la Nueva Mayoría buscará que el proyecto sea revisado por la actual composición del TC, que preside Carlos Carmona, ligado ideológicamente al oficialismo. Pero para eso, es clave que la reforma, que está en su tercer trámite, sea aprobada esta mañana por la Cámara de Diputados, sin cambios adicionales a los que ya hizo el Senado.
“Este proyecto se está jugando su sobrevivencia a partir de lo que haga la Cámara, que espero que sea ratificar los cambios que ha hecho el Senado, porque si hubiere una modificación iría a comisión mixta a la vuelta de la semana distrital y situaría la discusión en el mes de agosto, donde entraría los temas constitucionales serían de- cididos por esta nueva integración del TC”, explica el diputado Leonardo Soto (PS), quien advierte que esto “nos va a obligar a profundizar la disciplina parlamentaria en los sectores que apoyamos este proyecto”.
Por eso, los esfuerzos del Ejecutivo estuvieron puestos ayer en cuadrar a los diputados. En el Senado, el proyecto corrió peligro durante varias horas producto de una indicación que presentó Andrés Zaldívar (DC), luego de que su partido les diera libertad de acción a sus senadores. Pero el problema es que en los diputados falangistas tampoco votarían ordenados.
Ayer, esta bancada se reunió a discutir el tema y entre ellos advirtieron que existen diputados que podrían descolgarse, entre ellos Jorge Sabag, Marcelo Chávez e Iván Flores. “El Gobierno se ha transformado en un especialista en colocar temas en debate que unen a la derecha y separan a la Nueva Mayoría, flor de negocio. Votaré en contra”, advirtió este último. Mientras que Yasna Provoste mantenía ayer su decisión en suspenso.
ZSi los diputados votan en contra de los cambios del Senado, el proyecto iría a comisión mixta, lo que retrasaría su aprobación total hasta agosto.