El valor de la innovación social
PARA NADIE es un misterio que la revolución de los datos y la información ha cambiado los paradigmas de la sociedad. Ello ha obligado a las empresas a transformarse para responder a sus necesidades. El riesgo de no hacerlo es quedarse atrás y el principal mecanismo para alcanzar esta nueva forma de hacer las cosas es la innovación. Sin embargo, no debemos perder de vista que el verdadero valor de esta va mucho más allá de su aporte en generación de recursos, reducción de costos y mejoras en los procesos de las empresas. Su mayor contribución radica en el infinito potencial que tiene de cara a las personas, por su capacidad de impactar en la sociedad, especialmente en mayor bienestar e inclusión social. Potenciar la innovación es un deber de todas las compañías, dada la contribución social que se nos exige. Tenemos que estar atentos a detectar las buenas ideas. Para lograr estos cambios, las empresas debemos ser capaces de buscar no sólo al interior de las organizaciones, sino que también puertas afuera, ya que las grandes ideas es posible hallarlas en todos los rincones, donde hay cientos de emprendedores que tienen visiones distintas y complementarias entre sí. El foco, por lo mismo, debe estar en fortalecer aquellas iniciativas que impactan positivamente en los grupos más desprotegidos de la sociedad, sean estos menores o adultos mayores. Por este motivo el tradicional Premio Emprende que Caja Los Andes impulsa desde hace varios años, en su versión 2017 se ha transformado en Emprende Social, y hoy, su gran objetivo es potenciar aquellos emprendimientos innovadores que aporten a la economía del futuro, la economía inclusiva y la economía del hogar, centrándose en las familias y los grupos excluidos.