Crecimiento en el centro
La semana pasada, el ex Presidente Ricardo Lagos realizó un gesto al mencionar en un seminario que el crecimiento económico es hoy lo principal para un país como Chile.
EL CRECIMIENTO económico estuvo varios años relegado del debate público. Con suerte se incorporó en el discurso de ciertas autoridades -en algunas con más convicción que en otras-. Relegado por la idea de que era la hora de repartir, de que había que bajar de los patines a los niños en lugar de subirlos, de que los poderosos de siempre debían pagar. Olvidaron que el crecimiento es primero para mejorar la distribución de ingresos, para mayor calidad y cobertura en la educación, para que las personas de menos ingresos tengan trabajo y sus sueldos suban de manera más dinámica.
Sin embargo, los efectos de la desaceleración económica debido a razones externas (fin del ciclo minero) y también internas (incertidumbres provocadas por el propio Gobierno) frenaron la expansión del país, hundieron a terreno negativo las expectativas y, por ende, los ingresos del fisco se vieron deprimidos, a tal punto que retornó un relativo realismo y la agenda social debió moderarse. No obstante, con el tiempo, el crecimiento volvió a adquirir el protagonismo que nunca debió perder, siendo, quizás, la semana pasada el momento cúspide, cuando los ex presidentes Ricardo Lagos y Sebastián Piñera participaron como expositores en un seminario. El mensaje de Lagos fue el más llamativo: “Desde el punto de vista económico, en el caso de Chile la tarea número uno es crecer. Todo lo demás es música, si no hay crecimiento que sustente los buenos deseos que todos los dirigentes tienen para el país”.
Es una buena noticia el que vuelva a relevarse la trascendencia del crecimiento; sin embargo, aún hay que aterrizar ese discurso en una vía concreta para alcanzar un mayor crecimiento económico.