Déficit fiscal: dimensión ética y cantos de sirena
RECHAZO LOS ejercicios de numerología política porque es reírse en nuestra cara. Tampoco acepto aquellos supuestos ideológicos heroicos con que las vocerías intentan confundir la mente de los chilenos. ¡Existen principios muy sólidos! Como aquel que dice,
¡“no existe el ‘dinero público’, sólo hay dinero de los contribuyentes”, por lo tanto, están gastando mi plata
(ético) para hacer lo que se les venga en gana en beneficio político. La otra cara es la productividad del gasto público, verdadera burla toda vez que es la mayor agencia de reclutamiento partidista (ético). Las clasificadoras de riesgo internacionales lo objetivan a través de sus evaluaciones. Iniciaron el castigo a nuestro país por la “irresponsable brecha de responsabilidad” seguida. Mas no será la única; mi pronóstico es que al menos serán dos castigos adicionales en los próximos 12 meses, ya que la conducta está claro que continuará (ético). Dos de los elementos del marco político e institucional son política de gasto público y gestión pública. Sus consecuencias son directas sobre la estabilidad política (ético), la cohesión social (ético), y la distribución de la riqueza (ético). Mientras el mundo del progreso (no progresista) mira transformaciones radicales de inteligencia artificial, desescalan los paradigmas económicos, su léxico se enriquece de novedades, nuestro país tiene una agenda de inteligencia ideológica como el mito de Ulises y las sirenas. El canto de las sirenas representa el poder del espejismo y el hechizo para apartar al hombre de su ruta. Los marineros, al escuchar el seductor canto de estas criaturas marinas, caían en un estado abrumador que los hacía estrellar su navío contra los arrecifes y así naufragar (ético). Nunca olvidemos esta verdad fundamental: el Estado no tiene más dinero que el que las personas ganan por sí mismas. Si quiere gastar sólo puede hacerlo endeudando tus ahorros o aumentando tus impuestos (ético).