“Carozzi, una vez que tenga acceso a la carpeta, tomará las medidas que corresponda”.
Ello, en la eventualidad de que la investigación de la Fiscalía Oriente esclarezca la responsabilidad de Rubén Aros de colocar los micrófonos en las dependencias de la firma. Además, valora que se haya desestimado la tesis vinculada a un “lío de faldas”.
—El ex vicepresidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y director de Carozzi, José Juan Llugany, no descarta que se pueda entablar una querella por estafa contra Rubén Aros, dueño de la empresa de investigación Profasis y quien halló un micrófono instalado al interior de las oficinas de la firma de alimentos en el marco del presunto caso de espionaje.
Esto, luego que el fiscal regional Oriente, Manuel Guerra, afirmara en entrevista con canal 13 que las investigaciones realizadas hasta el momento arrojan que no habría un caso de espionaje y que el micrófono encontrado en las oficinas de Carozzi habría sido adquirido e instalado por el propio Rubén Aros.
“Esto es una estafa, un engaño y evidentemente Carozzi, una vez que tenga acceso a la carpeta (de investigación), obviamente que tomará las medidas que correspondan en un caso así, porque esto sería directamente un caso de estafa a la compañía”, sentencia Llugany.
De hecho, el fiscal Guerra también dijo a canal 13 que “lo que tenemos es una situación que sería constitutiva, en principio, de una estafa ya que se habría engañado a la gente de Carozzi bajo la apariencia de que existía efectivamente algún tipo de intervención de terceros (...) pero no queremos descartar a priori otros delitos, porque creemos que debemos seguir indagando”.
Aunque el ex vicepresidente de la Sofofa también precisa que cualquier decisión definitiva se tomará luego que la Fiscalía levante el secreto de la carpeta de investigación del caso, porque hasta ahora la única información oficial es la que ha adelantado el fiscal Guerra. “Primero queremos que haya un informe definitivo y nuestro abogado (Pablo Gómez) tenga acceso a todos los antecedentes, con eso se evaluará y se verá lo que se hace”, acota Llugany.
En ese sentido, Juan Domingo Acosta, abogado representante del ex presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, se limitó a responder escuetamente que desconocía la carpeta de la investigación cuando fue consultado por este medio sobre los próximos pasos a seguir en el caso.
Fuentes conocedoras del proceso estiman que a mediados de agosto se abrirá la carpeta de investigación con lo que podrán acceder las partes.
En tanto, la Comisión de Relaciones Internas y Ética de la Sofofa sostiene que “nuestra expectativa es que, dados los recientes antecedentes expuestos públicamente por el fiscal Guerra donde descarta la existencia de espionaje- la Fiscalía continúe la investigación de todas las otras posibles aristas, y así se aclaren las motivaciones que hubo tras la instalación de micrófonos tanto en la Sofofa, como en una de nuestras empresas socias”. ARISTA HACKEOS’ . El director de Carozzi también enfatiza la importancia de que no se dejen de hacer todas las diligencias que faltan en relación a los supuestos ‘hackeos’ a los computadores de los directivos de la Sofofa y ver si aquello tiene relación con la instalación de los micrófonos que habría perpetrado Aros. “El tema de los ‘hackeos’ es una diligencia que nosotros pedimos expresamente que se hagan (...) Lo que hay que ver es si tienen alguna conexión con este caso o son cosas absolutamente independientes”, apunta Llugany.
Sin embargo, el fiscal Guerra aseguró que no había evidencia categórica de la existencia de los ‘hackeos’.
TEORÍAS. Llugany valora que se haya desestimado la tesis relacionada a un ‘lío de faldas’ levantada por el ex presidente y candidato Sebastián Piñera. Asimismo, destaca que el fiscal Guerra haya señalado que no hay ningún antecedente que dé cuenta que la última elección dentro de la Sofofa “haya sido el punto de partida de esta situación”. No obstante, el fiscal Guerra fue enfático en señalar que no tenían la seguridad de que Aros haya actuado solo, lo que podría abrir otras teorías dentro del caso y que aún falta dilucidar quién puso el segundo micrófono en las dependencias de la Sofofa. “Resulta poco creíble que una persona haya sido capaz de engañar a esta estructura sin la colaboración de alguien interno y eso es un tema que debemos dilucidar”, acusó Guerra.P
ZEl 14 de mayo, Rubén Zito Aros habría encontrado el micrófono en la oficina de José Juan .Llugany en Carozzi.