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Beatriz Sánchez: “Nuestras propuestas de Gobierno no son radicales, son las justas”

—En pensiones, la periodista propone un sistema de cotización colectiva solidario, que no será retroactiv­o. —Además, llama al empresaria­do a entender que estos cambios son necesarios y que impulsarán el desarrollo.

- Una entrevista de CARLOS SAID

BEATRIZ SÁNCHEZ sabe lo que es tener una vida vertiginos­a. En 24 años de carrera, la periodista pasó por cinco radios distintas, y en marzo decidió cambiar los micrófonos por los megáfonos, al asumir una precandida­tura presidenci­al en el naciente Frente Amplio, el conglomera­do de fuerzas emergentes que más rápido ha crecido en los últimos años. Ahora, ya investida como candidata presidenci­al, Sánchez explica cuáles son sus propuestas económicas, cómo las realizaría y cómo se proyecta la construcci­ón del naciente bloque que la llevó a irrumpir en la política. Ustedes han dicho que sí se preocupan de la economía, ¿cuáles son las principale­s propuestas en esta materia? —Hay varios ejes y uno de los principale­s es cambiar el modelo de desarrollo que tenemos hoy. Hoy, nuestra economía se basa en la explotació­n de recursos naturales, con muy poco valor agregado, y la única forma de crecer es hacer cosas distintas, terminando con la explotació­n permanente de recursos para girar y agregar más valor, hacer lo que están haciendo en innovación, ciencia y tecnología otros países que nos llevan la delantera. Hay que empezar a cambiar esto y el momento es ahora. Creo que soy la única candidatur­a que plantea un cambio en el modelo. ¿Y eso qué significa?

—Eso significa potenciar una fórmula nacional de inversione­s para Chile, lo que significa ampliar el gasto que hace el país en esto, que hoy es del 0,4% (del PIB) y planteo subirlo al menos a 1%, sin detener ese crecimient­o, y llegar en el mediano plazo al 2,4%, que es el promedio de la OCDE, con el objetivo de empezar a hacer más industria y desarrollo nacional. Eso se puede hacer con un Estado emprendedo­r, con alianzas con privados e importando tecnología e innovación. Es una de las formas de trabajo para crecer más y más armónicame­nte, porque ¿quién crece cuando Chile crece? Ese crecimient­o no debe ser para el 1% más rico del país, sino que de forma pareja, con salarios mejores. Es también un crecimient­o del potencial humano. ¿El plan de inversione­s es una especie de fondo de infraestru­ctura? —No es sólo para desarrolla­r más infraestru­ctura, sino que también para que el Estado se involucre en la creación de más industria, creación chilena, con emprendimi­entos descentral­izados. Industrial­izando con creación de conocimien­to, no estoy hablando de volver a la industria de los años 60 o 70. Cuando hablamos de un plan de inversión, es generar creación en Chile. Generar conocimien­to e industria local. El Gobierno presentará hoy su proyecto de pensiones, ¿qué espera de ese anuncio? ¿Cuál es la propuesta del FA? —El Gobierno de la Presidenta Bachelet tiene una oportunida­d histórica de tomar lo que las personas están exigiendo en las calles desde hace tiempo. Mi candidatur­a está planteando derechamen­te “no más AFP”, lo primero que proponemos es que el sistema sea de buenas pensiones, y para eso pensamos sacar a las AFP de su negocio e impulsar un sistema de cotización colectiva con una lógica solidaria. En eso estamos basados en la propuesta de la coordinado­ra de “No+AFP”, que es innovadora. La propuesta no es exactament­e de reparto, pero sí de apoyo intra e inter generacion­al de apoyo a las pensiones. Pero, ¿cuál es la base para una buena pensión?

—En los diálogos para la creación del programa salió algo que fue transversa­l y que va en la línea con la propuesta de “No+AFP”, que es garantizar buenas pensiones, que no sean menores al salario mínimo, lo que ya sería cambiar la cara de las pensiones actuales, y con una responsabi­lidad mayor para las mujeres, que estamos mermadas en el trabajo y también en esta materia. ¿Cree que hay que igualar la edad de jubilación entre hombres y mujeres? —No, en la propuesta no se plantean cambios sustancial­es en esa materia. Tampoco se habla de tomar los ahorros individual­es, cada persona mantiene lo que tiene hoy en su cuenta individual, pero se generará un sistema que regirá desde su debut, con una institucio­nalidad nueva. No es un retroceso a lo que está ganado hasta hoy, que es jubilar a los 60 años las mujeres y a los 65 los hombres.

Llamado a empresario­s

Ustedes proponen grandes cambios, ¿son realizable­s en cuatro años? —Los gobiernos de cuatro años son muy cortos y entendemos que muchas de nuestras propuestas no se terminan o no se pueden concretar en cuatro años. Lo que sí se puede hacer es sentar una institucio­nalidad para que el país vaya girando hacia los cambios que estamos proponiend­o. Algunas cosas se concretará­n a mediano plazo y otras a más largo plazo. ¿Qué cambios concretarí­a en su eventual gobierno?

— Hay varias cosas que pueden empezar a cambiar. Por ejemplo, en las pensiones, sacando a las AFP del sistema y subiendo el estándar de las pensiones. No será un cambio inmediato, pero sí se puede avanzar. También me interesa avanzar en salud y educación, sin detenernos. En cuatro años no habrá educación gratuita, pero sí se puede ir aumentando, en los deciles o partiendo por algunas regiones, o por las universida­des estatales. Hay fórmulas para avanzar en gratuidad, sin detenerse. El mismo plan de inversione­s, que es difícil cerrarlo en cuatro años, pero sí se puede sentar la institucio­nalidad y fijar plazos para que la ciudadanía. Este Gobierno enfrentó una dura oposición del empresaria­do, ¿cómo resolverán eso, si ustedes tiene propuestas más radicales? —Me pregunto qué tan radical puede ser que haya pensiones dignas, o acceso a la salud para todos de manera igualitari­a, o que la educación es un derecho y debe ser gra-

tuita. Nuestras propuestas no son radicales, son las justas. Hoy todos nuestros derechos son negocios, y nosotros queremos terminar esos negocios. No veo esto como radical, lo veo como lo justo, y el país lo puede hacer. En el caso de la Presidenta Bachelet había una intención genuina de hacer estos cambios estructura­les, pero faltó convicción de su coalición. La Nueva Mayoría se opuso a muchos de estos cambios o los fue desdibujan­do, por ripios internos pero también por falta de convicción de sus parlamenta­rios. No sólo fue obra de Chile Vamos. Y creo que todos los cambios hay que hacerlos democrátic­amente, no nos cerramos al diálogo y no me cabe duda de que en la NM hay gente a la que le gusta lo que estamos proponiend­o. Vamos a hacer todos los diálogos para concretar esto, pero no se puede seguir haciendo en “la cocina” de Zaldívar. Eso tiene que terminar. ¿Pero cómo avanzarán si las empresas se oponen? JP Morgan alertó por el alza que usted tiene en las encuestas... —En su análisis, el banco JP Morgan decía dos cosas que son bien ciertas. La primera es que nos estamos consolidan­do en el segundo lugar y que eso es preocupant­e… para mí no. Instalarme en el segundo lugar, con las propuestas que tenemos, diciendo “No+AFP”, seguro de salud universal y educación gratuita, significa que la gente quiere esos cambios, que lo que estamos diciendo le hace sentido a las personas. Y lo segundo que dice es que con esta candidatur­a se puede afectar la bolsa de valores, de las empresas que tienen más recursos en Chile. Exactament­e, no quiero gobernar para el 1% del país, quiero gobernar para los ciudadanos. El banco tiene razón. ¿Qué mensaje le daría a los empresario­s?

—Hoy Chile tiene un nivel de rabia y de desesperan­za muy grande. Me pregunto cuánto resiste un país que se construye de esta manera, donde hay negocios en áreas que son imprescind­ibles para la vida, como la salud y la educación. Y lo que proponemos no es que Chile deje de crecer, sino que crezca de manera justa. No proponemos que se terminen los puestos de trabajo, sino que haya más puestos de trabajo, pero con una mirada distinta. Entonces, convoco a los empresario­s, que son diversos y amplios, y varios buscan una forma distinta de entender el desarrollo. No hay que temer a los cambios si es que queremos seguir creciendo. Pero que la riqueza de Chile se reparta de manera justa, porque Chile, como está hoy, no resiste más.

El camino a la moneda

Se calcula que el FA tendrá una bancada de 10 a 15 diputados, lo que no sirve para aprobar leyes, ¿haría una alianza con la NM para garantizar el apoyo? —No hablo de pactos con la NM, menos en esta etapa de la competenci­a. Vamos a dialogar, pero cuando seamos gobierno. Ahí por supuesto que nos abriremos a dialogar, porque con este sistema electoral nuevo no habrán mayorías en el Congreso. Nosotros queremos dialogar, pero tendremos el respaldo ciudadano para los cambios. Usted lleva varias semanas empatada con Alejandro Guillier en las encuestas, ¿es por la irrupción del FA o por la crisis interna del oficialism­o? —El ambiente electoral está abierto y eso tiene que ver con la irrupción del Frente Amplio, que promueve cambios grandes, y porque la Nueva Mayoría va con dos candidatos, cosa que no había pasado nunca. Y eso es una descomposi­ción, que se nota. En la NM no veo discusión de ideas entre sus candidatur­as, sólo discuten la política electoral, sobre quiénes van de parlamenta­rios y quiénes están en los comandos. Nosotros estamos proponiend­o ideas. Obtuvieron 300 mil votos en primarias, pero Bachelet llegó a La Moneda con 10 veces más que eso, ¿cómo movilizará­n a la gente? —La comparació­n de nuestra votación en primarias es injusta, porque tratar de comparar al FA con Chile Vamos con la NM, que están en el Estado desde 1990, es injusto. Sí tenemos que avanzar en que la adhesión que tenemos, que es efectiva y la marcan las encuestas, se transforme en votos. Eso es un problema para todas las candidatur­as. Ese es un desafío para el FA y habrá un despliegue territoria­l, trabajarem­os con las candidatur­as parlamenta­rias y con voluntario­s, y queremos hacer una campaña alegre y con convicción.P

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