Consejo de Estabilidad Financiera vuelve a monitorear regulación bancaria en EEUU
A nivel local, el grupo indicó que tras la baja en la clasificación de riesgo soberana se abrió una ventana para nuevas rebajas en las notas de bancos que no habían sido afectados.
— Era febrero, el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) se reunía por segunda vez en el año y el principal tema en pauta eran los efectos de la elección de Donald Trump en el mercado financiero global.
Cinco meses después, para la primera reunión del segundo semestre del grupo de expertos, el tema volvió a estar en tabla.
“Sobre la base de una presentación del BCCh, los miembros del consejo realizaron un seguimiento de la política financiera en los Estados Unidos. En particular, se analizó el contenido de un informe realizado por el Departamento del Tesoro, en que se propone una revisión de la regulación financiera de ese país”, se lee en el acta de la sesión del pasado 26 de julio.
El documento, detalla que el informe analizado realiza una crítica a la institucionalidad de la regulación financiera y de la Ley DoddFrank (DFA, por sus siglas en inglés).
En particular, cuestiona “la existencia de ineficiencias en la institucionalidad en relación a duplicación y traslape de las diversas agencias regulatorias y de supervisión. Con respecto a la DFA, se critica su complejidad y costos de aplicación”.
Asimismo, agrega el acta, el documento del Departamento del Tesoro analiza la pertinencia de los requisitos de capital y liquidez del sistema bancario y propone “eximir de los requisitos de liquidez de Basilea III a los bancos altamente capitalizados según su ratio de apalancamiento; esto es consistente con la Financial Choice Act, ya aprobada por la cámara baja”.
En este sentido, detalla que el informe sugiere aumentar el umbral de activos totales para que los bancos sean sometidos a pruebas de tensión (stress
test), al tiempo que estima pertinente eximir a aquellas entidades que estén bien capitalizadas.
En cuanto a la incapacidad de los bancos de realizar trading con activos propios, enmarcados en la Volcker Rule, el Tesoro estadounidense propone eximir a los bancos pequeños, con poca actividad o que estén bien capitalizados, de esta normativa.
“Los cambios propuestos buscan ajustar o evaluar las regulaciones desarrolladas con posterioridad a la crisis subprime. Algunas de las exenciones propuestas se relacionan con acuerdos alcanzados por las jurisdicciones del G20”, puntualiza el acta.
REBAJA EN LA CLASIFICACIÓN. El CEF no sólo evaluó la situación externa, sino que dedicó tiempo a ver el impacto de la rebaja de la clasificación de riesgo soberana y del sector bancario por parte de S&P.
En esa línea, los integrantes del organismo detallan que se encontró que la rebaja habría generado un efecto inmediato muy acotado sobre los credit default swap, el tipo de cambio y el spread soberano. Aquello, reconocen, se condice con un mercado ya tenía internalizada la rebaja.
Respecto a los bancos, puntualizan que tras el cambio a la clasificación de BancoEstado y Banco de Chile, se abre una ventana de 90 días, donde se rebaje en uno o dos niveles la clasificación de riesgo de las entidades financieras que no experimentaron un recorte en esta ocasión.
En cuanto a las razones del cambio en la nota, reconocen que fue consecuencia del deterioro en el ambiente macroeconómico y del modesto incremento de la vulnerabilidad del soberano ante shocks externos.