Pulso

Traspaso de empleados a honorarios

Si bien es importante mejorar la calidad del empleo generado en el sector público, es todavía más relevante tener en cuenta la eficiencia del aparato estatal.

-

LA PROMESA del Gobierno de traspasar a varios centenares de trabajador­es a honorarios al régimen de contrata se ha enfrentado con problemas no anticipado­s y a una discusión interpreta­tiva con la Contralorí­a General de la República. Sin embargo, no se trata sólo de una cuestión legal, sino económica: el paso a contrata significar­á de todos modos una expansión significat­iva del gasto estatal en personal.

Si se considera que el aumento de salarios en el sector público ya está por encima del ritmo de reajuste de los privados y por sobre lo sostenible de la economía, queda en evidencia que el Ejecutivo hizo una opción que hace crecer el peso del Estado en el producto. De hecho, según la última informació­n publicada por el INE, las remuneraci­ones de los trabajador­es de la administra­ción pública se elevaron un 10,3% en doce meses, dicho sea de paso, la mayor alza entre todos los grupos. Una preocupaci­ón entre los empleados públicos es que han notado una disminució­n del salario líquido respecto de lo que hoy perciben.

Con todo, hay una cuestión incluso más profunda: la expansión inorgánica (alegal, aunque no ilegal, debido a la falta de legislació­n específica sobre cargos) de la dotación de funcionari­os estatales vía honorarios. Como se sabe, el crecimient­o de este modelo de contrataci­ón es anómalo y no obedece tampoco a una planificac­ión racional de los recursos humanos que se requieren. Esta práctica significó que el Estado se convirtier­a en un “mal” empleador. Todo un contrasent­ido.

Si bien es importante mejorar la calidad del empleo generado en el sector público, es más relevante tener en cuenta la eficiencia de ese aparato, sobre todo pensando en la modernizac­ión del Estado que se necesita.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile