José Ramón Valente: “La economía de libre mercado se confunde con economía de empresa”
—El economista dijo que “no se puede pretender mejorar las cosas hacia adelante, si es que no hay un buen diagnóstico”. —Acotó que no se debe confundir “la economía de libre mercado con economía de empresa”.
EL COORDINADOR económico del comando de Sebastián Piñera y también director y socio de Econsult, José Ramón Valente, señaló a fines de la semana pasada -al participar en seminario de la industria metalmecánica- que había un doble discurso de los representantes económicos de candidatos presidenciales de la Nueva Mayoría, ya que presentaban ideas que no están relacionadas con la visión de sus representados. A raíz de esto, el economista los acusó de hacer un mal diagnóstico sobre la situación económica del país e indicó que “el Gobierno ha realizado una pésima conducción económica del país”. En miras hacia un eventual próximo Gobierno de Piñera, el economista realizó una autocrítica e indicó que harán promesas que sí puedan cumplir.
A fines de la semana pasada usted criticó a los representantes de las candidaturas de la Nueva Mayoría y del Frente Amplio por no hacer una autocrítica de la situación económica del país, ¿cuál es su principal reparo?
—Llama la atención cuando los asesores económicos se plantean en foros empresariales con un discurso totalmente distinto que el de sus candidatos. No hay consistencia. Por ejemplo, Alejandro Guillier plantea que es un candidato de continuidad y profundización de las reformas de este Gobierno, mientras que el economista, Osvaldo Rosales, plantea que quiere hacer concesiones, cuando precisamente este Gobierno eliminó las concesiones. Hay un doble discurso total. Es fácil plantearse como un economista moderado, pero que después a ese economista nadie le hace caso en el comando. Lo mismo pasó con Guillermo Larraín, quien por un lado afirma cosas que él cree, pero que no son respaldadas en los hechos por su candidata, Carolina Goic, porque ella ha aprobado las reformas más emblemáticas del actual Gobierno.
En ese sentido, ¿cuál es su visión respecto a la gestión de la actual administración?
—En estos cuatro años quedó reflejado que no se puede pretender mejorar las cosas hacia adelante, si es que no hay un buen diagnóstico, por ello, quienes pretenden decir que todo lo malo, lo desastroso que ha sido la conducción económica de este Gobierno tiene que ver solamente con la caída del precio del cobre o con circunstancias internacionales, están realmente tapándose la vista respecto de los efectos negativos que tuvo la impronta de este Gobierno, la impronta antiempresarial, antimercado, y pro Estado.
Entonces, ¿cuál sería el diagnóstico correcto?
—El diagnóstico correcto es que Chile necesita competir de buena manera con el resto del mundo. Nuestro país es relativamente pequeño, aislado y el bienestar futuro de los chilenos pasa por ser un país más competitivo con el resto del mundo. Tenemos que ser capaces de encontrar inversionistas interesados en venir a Chile y eso pasa en la medida que generemos un clima de negocios adecuado para el progreso.
¿Eso no pasó durante este Gobierno?
—No hubo una estrategia país y eso es lo que tenemos que retomar. Hay que decir que el crecimiento es importante, la inversión es importante, el ahorro es importante, la competitividad es importante, la productividad es importante. Estas son cosas que estuvieron totalmente ausentes del discurso de este Gobierno. Este Gobierno nos aisló del mundo e hizo que nos peleáramos unos contra otros.
Considerando que Sebastián Piñera tiene opciones de ganar la elección presidencial, ¿cuál sería la diferencia de un próximo Gobierno de Piñera con su administración anterior?
—De ganar Piñera sería un Gobierno con más experiencia. Entonces uno debería esperar un Presidente más reposado, y también un equipo más experimentado. Por lo tanto, los errores que se cometieron uno esperarían que no estén.
¿Cuál error no debería volver a estar?
—Las expectativas que generó. Piñera partió con expectativas exageradas: dijo vamos hacer en 20 días lo que no se hizo en 20 años. Eso fue un error infantil, de falta de experiencia. El principal error fue crear expectativas exageradas. Creo que ese tipo de cosas no van a estar. Cuando pones expectativas muy altas, después son muy difíciles de cumplir.
¿Se puede esperar que todas las promesas que harán son realizables?
—Nuestra principal meta es recuperar la inversión al menos tres puntos en cuatro años. Queremos ir subiendo 1 punto de crecimiento de la inversión al año hasta llegar a un crecimiento constante de un punto. Además, esperamos ahorrarle al país unos US$250 millones por año en burocracia y en exceso de regulación, lo que se traducirá en que al cuatro año la reducción llegaría a US$1.000 millones. El próximo Gobierno se va a enfocar en
mejorar la competitividad, mejorar la productividad y hacer crecer la inversión.
¿Habrá menos regulación o buscarán hacerla más efectiva?
—La regulación es tremendamente importante. Aunque se hacen caricaturas, porque ahora dirán que el próximo Gobierno quiere desregular. No, la regulación es súper importante y no queremos menos Estado, queremos un mejor Estado.
¿A qué se refiere específicamente?
—Queremos que los ministros y los reguladores tengan el incentivo para regular bien y que eso signifique cumplir el objetivo al menor costo posible. En ningún caso es bajarle la barrera de cumplimiento a las empresas respecto de los estándares. Todo lo contrario. Si hay que subir esa barrera, la vamos a subir, pero tiene que ser eficiente desde el punto de vista del costo.
¿Cómo podría mejorar estas medidas la confianza de las empresas?
—Si un país no tiene un proyecto de largo plazo, obviamente no hay inversión. En cambio, cuando alineas los intereses para atraer inversionistas extranjeros haré políti- cas públicas para facilitar el clima de negocios. De esta manera, cuando se parte con discursos de mejorar el clima para la inversión y luego eso se traduce en los hechos, como eliminar burocracia, mejorar los estándares regulatorios, mejorar la competitividad, rápidamente se empieza generar de voz en voz que Chile está bueno para invertir y eso debiera ser mejorar la confianza.
¿Qué cosas debería mejorar la economía de libre mercado para que alcance para todos?
—La economía de libre mercado a veces se confunde con economía de empresa, y lo que se debe hacer es que la economía sea pro mercado y no pro empresa. Hay que permitir que todas las empresas que están en el mercado siempre sientan el riesgo de que un nuevo emprendedor pueda llegar con una nueva idea y que les pueda quitar terreno.P