EDITORIAL: Mejores perspectivas para Chile
Con todo, de darse el escenario optimista para 2018, lo cierto es que Chile sólo estaría creciendo en su potencial (3,2%), lo que da cuenta de que el país necesita más que un cambio de ciclo.
DEJANDO DE lado la discusión respecto de la influencia del ciclo político en las expectativas económicas -donde existe alta evidencia de una correlación-, lo cierto es que hoy las positivas proyecciones de mediano plazo para el país dan cuenta de un cambio de rumbo. En su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central, alineándose con el mercado, mejoró las estimaciones para Chile tanto en 2017 como para 2018. El instituto emisor revisó al alza su proyección del PIB 2017, incrementando el piso de expansión desde 1% (en el IPoM de junio) a 1,25%, mientras que el techo lo mantuvo en 1,75%. El documento reconoció que este mayor impulso viene ligado a actividades relacionadas al consumo, como el comercio y los servicios. No obstante, advirtió que persiste una debilidad mayor en los sectores relacionados con la inversión, como la construcción y algunos servicios empresariales. Para 2018, el Banco Central mantuvo su proyección de crecimiento en torno al rango 2,5%-3,5%, destacando sí mejores valores en inversión y balanza comercial. Aunque, responsablemente, el Central evitó referirse al ciclo político, las lecturas del sector privado apuntaron a una clara injerencia de las elecciones presidenciales (y el probable triunfo de la candidatura de Sebastián Piñera) como el punto de inflexión en la mejora de las expectativas. Con todo, de darse el escenario optimista para 2018, lo cierto es que Chile sólo estaría creciendo en su potencial (3,2%), lo que da cuenta de que el país necesita más que un cambio de ciclo político, sino que requiere impulsar un conjunto de reformas estructurales que le permitan regresar a tasas de crecimiento que lo devuelvan a la senda del desarrollo por la que durante tantos años transitó. ℗