Frenazo de la industria automotriz de EEUU: la más reciente preocupación de la Fed
Las ventas de vehículos se han desacelerado a lo largo del año, a pesar de los agresivos descuentos ofrecidos por los fabricantes.
—La industria automotriz estadounidense fue el claro reflejo de la recuperación económica de Estados Unidos, con un crecimiento continuo tras los duros años de crisis. Sin embargo, el impulso podría estar llegando a su fin, lo que ya encendió las alarmas en la Reserva Federal.
“La industria automotriz estadounidense experimentó siete años sin precedentes de crecimiento año tras año, estableciendo nuevos récords en 2015 y luego otra vez en 2016. Ahora estamos en la era post peak”, dijo a PULSO Michelle Krebs, analista senior de Cox Automotive con sede en Detroit.
Algo de esto se leyó en las páginas del último libro beige, publicado el 6 de septiembre, donde el central estadounidense consignó que “las informaciones sobre producción automotriz fueron mixtas, con muchos contactos expresando preocu- pación acerca de un prolongado frenazo en la industria automotriz”.
Las cifras de agosto respaldan esta evaluación. Ese mes las ventas anualizadas fueron de 16,03 millones de unidades, las peores desde febrero de 2014, 6,42 % menores a las del mismo mes en 2016 y por debajo de las estimaciones de la consultora Kelley Blue Book que esperaba 16,3 millones.
“El descenso de la demanda minorista de vehículos nuevos en agosto es consistente con la desaceleración observada a lo largo de 2017, a pesar de la disponibilidad de grandes descuentos, ya que los fabricantes trabajan para eliminar los modelos del año pasado”, indicó Thomas King, vicepresidente de la consultora de consumo JD Power, en una nota a sus clientes.
La combinación de un entorno de ventas lento y la necesidad de eliminar los viejos modelos implicará que los fabricantes continuarán con fuertes descuentos, sobre todo porque tienen niveles récord de modelos antiguos en el inventario, detalló King. De hecho, los descuentos recientemente se han extendido a camionetas de alto margen y SUVs.
Hasta ahora en agosto, los modelos del año pasado representan el 91% de las ventas minoristas, en comparación con el 81% del año pasado.
DESACELERACIÓN EN CALMA. Estas tendencias muestran que parte importante de la demanda frenada del período de recesión, que impulsó las ventas en los últimos años, parece haber quedado satisfecha. Sin embargo, el mercado automotriz de la primera economía mundial no estaría por sufrir una desaceleración agresiva.
“Esperamos terminar el año vendiendo alrededor de 17,1 millones de vehículos, frente a 17,5 millones en 2017. Esto se espera como parte del ciclo y no es un cambio dramático cuando se considera el promedio de ventas anuales de los últimos 20 años, que ha sido de 14,3 millones”, indicó Krebs, quien además sostiene que la normalización de la política monetaria de Estados Unidos aún es limitada y que las “tasas de interés siguen siendo extremadamente bajas” desde la perspectiva del sector, por lo que los créditos no se debiesen ver fuertemente afectados.
De todas maneras, la desaceleración seguirá adelante el próximo año. En Cox Automotive anticipan que las ventas en 2018 serán más bajas que en 2017, probablemente en alrededor de 16,8 millones. “No tenemos estimaciones más allá de esos y aunque algunos dicen que en 2020-21 las ventas bajarán a 15 millones, eso es mucho mejor que los 10 millones de la Recesión 2009-2010”, subrayó Krebs.P
“La industria automotriz estadounidense experimentó siete años sin precedentes de crecimiento anual (...) Ahora estamos en la era post peak”.
MICHELLE KREBS Analista senior de Cox Automotive