China y el Congreso del PC
El gigante oriental se prepara para una instancia clave en el propósito de rebalancear el modelo económico que se ha propuesto el Presidente Xi Jinping.
LA RECIENTE decisión del Banco Popular de China de eliminar exigencias que impuso a la banca en 2015 para frenar la depreciación de su moneda, así como positivas cifras tanto de inflación como de producción, muestran que el gigante oriental continúa manejando su economía y las expectativas según un plan coherente y de largo plazo, a pesar de movimientos indeseados de su divisa. Esto es consustancial al modelo de planificación de un Gobierno centralista y autoritario que combina teoría marxista, leninismo y maoísmo, con una praxis de mercado. La estabilidad y los datos de China, país contra el cual EEUU no ha lanzado la guerra comercial o monetaria que Donald Trump prometió en campaña, son una buena noticia para sus socios comerciales, categoría clave para las exportaciones de Chile. Este cuadro de normalidad ayuda a la forma en que el Presidente Xi Jinping enfrentará en las próximas semanas el XIX Congreso del Partido Comunista, una instancia fundamental para consolidar el respaldo al modelo de transición de una economía manufacturera a otra más basada en servicios, consumo y lucha contra la pobreza, pero reteniendo el control político en el rol dirigente del partido y sin atisbos de apertura ideológica o de señales democratizadoras. Las proyecciones son unánimes en que Xi saldrá fortalecido y podrá continuar con su objetivo de convertir a China en la potencia que disputa la hegemonía a EEUU.