Cobre acumula seis jornadas a la baja, pero futuros a doce meses siguen sobre los US$3 por libra
Economistas hacen hincapié en que el alza de los últimos meses se debió a especulación y a un dólar débil.
LA presión bajista que ha experimentado el cobre en los últimos días no le dio tregua ayer, con caídas en el precio spot de la principal exportación del país y en los futuros a distintos plazos. Al cierre de la jornada de ayer, según cifras de Cochilco, la libra de metal rojo cedió un 1,13% hasta ubicarse en los US$2,9606. Con esto, la materia prima anotó su sexto día de racha negativa, período en el que ha acumulado una contracción de 5,46%.
Los futuros a diciembre de este año retrocedieron por debajo de los US$3 por libra por primera vez en casi cuatro semana, posicionándose en los US$2,9835.
Por su parte, los futuros a 12 meses y las posiciones largas –correspondientes a contratos a septiembre de 2018 y julio de 2022 respectivamente– sufrieron pérdidas intradía de 1,75% en la sesión, pero se mantuvieron sobre los US$3.
“Se están empezando a ver grietas en el rally de los metales industriales”, indica desde Toronto, Rory Johnston, economista de commodities de Scotiabank.
El rally comenzó en junio a raíz de señales de recuperación en el sector manufacturero chino y de un aumento de demanda de los metales industriales, dice. Sin embargo, se esperaba que el rally fuera corto, “dada el alza de posiciones especulativas bullish y fundamentales que, si bien no eran terribles, no soportaban una ganancia tan rápida”, agregó.
En dos meses, el precio subió fuertemente. Entre el cierre de mayo y el de agosto, el commodity registró un salto de 21%.
Hasta la semana pasada, las posiciones especulati- vas (medidas a través de los contratos no ligados a un traspaso material de cobre) habían experimentado un rally significativo.
Los contratos no comerciales largos, según datos de Bloomberg, llevan ocho semanas consecutivas al alza, alcanzando los 172.088 contratos, mientras que las posiciones cortas llegaron a los 123.223. Ambas son las cifras más altas de 2017.
Además de un “componente especulativo bastante importante”, el avance del cobre se vio apoyado por la debilidad del dólar a nivel internacional, acota el economista jefe de BICE Inversiones, Sebastián Senzacqua. Con una reducción en las tensiones geopolíticas a nivel global y el anuncio de que el presidente de EEUU, Donald Trump, planea ingresar su plan de reforma tributaria a finales de septiembre, la moneda estadounidense se ha fortalecido, agrega.
Luego de llegar a su piso de más de dos años el vier- nes pasado, el Dollar Index ha recuperado terreno, subiendo un 1,14% en lo que va de la semana.
En sus niveles actuales, el cobre está más alineado con sus fundamentales, indica Francisca Pérez, economista senior de BCI Estudios, agregando que todavía existe una sobreoferta en el mercado del cobre.
Dado que el alza anterior, explica, se dio debido a que el cobre fue utilizado como activo refugio por un aumento en las tensiones entre EEUU y Corea del Norte, por posiciones especulativas y por el dólar débil, es la baja de estos factores la que ha presionado el cobre a la baja.
Hacia finales de año, Pérez estima que el cobre se ubicará en torno a los US$2,8 por libra, y que el commodity se elevará hasta los US$3 nuevamente hacia mediados de 2018, cuando la oferta y la demanda se estabilicen.
Por su parte, Senzacqua augura que el cobre podría caer hasta los US$2,9 en el corto plazo y que una corrección en el mediano plazo lo llevaría hasta los US$2,75 al cierre del año, recuperando terreno el próximo ejercicio.
Para Johnston, incluso los niveles actuales del commodity industrial son insostenibles, y augura una baja hacia el rango US$2,6US$2,7 por libra en el cuarto trimestre de este año.