Inteligencia artificial: nueva revolución industrial
AMÁS DE 100 años de la llegada de la electricidad a la vida cotidiana de las personas, nos encontramos en los inicios de una cuarta revolución industrial que tiene una nueva fuente energética: la Inteligencia Artificial (IA). Si la electricidad ayudó a mejorar la productividad y la calidad de vida de las personas, ¿lo mismo sucederá con la Inteligencia Artificial?
Desde luego la manera de consumir será distinta. La electricidad y los refrigeradores dejaron en el olvido a los vendedores de hielo. Será el mismo artefacto el que ahora compre. Sus sensores lo informarán sobre qué alimentos faltan y cruzará estos datos con otras variables, como las ofertas del supermercado.
Para el sector productivo, ya hay sensores que miden la humedad de los terrenos y que definen la cantidad de agua que se debe emplear. En la minería, hay también aplicaciones que recogen información para optimizar los procesos.
Los cambios en el consumo y en el sector productivo conducen a otras interrogantes. ¿Cómo evolucionarán la y la salud en Chile? ¿Y qué ocurrirá con la industria pesquera y la forestal que también son relevantes para nuestra economía?
Lo anterior se vincula directamente con nuevos tipos de trabajo. Algunos estudios de empresas consultoras, como Accenture, señalan que, en general, los empleados consideran que las tecnologías digitales mejorarán su desarrollo profesional.
La IA ya ha hecho realidad la conducción de vehículos sin choferes. Pronto se verán por las calles… Ese día los conductores de Uber se sumarán a los reclamos de los taxistas.