Trabajando por el Estado del futuro
A pesar de lo mucho que hemos avanzado, realizamos más de 270 millones de trámites anuales aún en oficinas públicas con un costo en tiempo entre US$1.500 millones y US$3.000 millones.
EL ESTADO del futuro seguirá avanzando en derechos y deberes de la ciudadanía y deberá poner en el centro de su acción la satisfacción eficiente y eficaz de las necesidades de sus usuarios. Cada chileno podrá sentirse orgulloso de instituciones más inteligentes al servicio de todos, a las que sólo se tendrá que ir en contadas ocasiones para imprimir un certificado u obtener información y así poder dedicar el tiempo a actividades más valiosas. No existirán los trámites redundantes y, en general, la mayoría de ellos se podrá hacer por internet.
Hoy, a pesar de lo mucho que hemos avanzado, los chilenos realizamos más de 270 millones de trámites anuales en distintas oficinas públicas, con un costo de uso del tiempo estimado entre US$1.500 millones y US$3.000 millones anuales y con un costo directo para el Estado por la atención presencial del orden de US$350 millones.
Estamos trabajando para cambiar esa realidad y dotar al sector público de las herramientas que le permitan cumplir mejor su misión. Para lograrlo, estamos sentando las bases de un sistema de información que permitirá saber mejor cuándo un servicio público está cumpliendo sus objetivos y si está mejorando o no el nivel de satisfacción de las personas.
En este marco, uno de los mayores desafíos que tenemos como país es superar el modo reduccionista de producir servicios mediante silos aislados, lo que requiere incorporar estrategias y diseños institucionales transversales con una visión que pone en el centro de su objeto a la ciudadanía y no los intereses corporativos de cualquier índole.
El futuro es un Estado más inteligente, más abierto y mejor conectado internamente, más digital, convirtiéndose en una red de servicios integrados, siguiendo la línea de desarrollo del Servicio de Impuestos Internos, que sigue innovando, acercándose a los contribuyentes y facilitando el cumplimiento tributario, o como comienza a ser ChileAtiende.
Lograr que menos personas hagan filas significará que nuestros funcionarios destinarán más tiempo a resolver los casos complejos, acercándose a donde viven o trabajan los ciudadanos para ofrecer mejores soluciones; el tiempo ganado liberará recursos para concentrar la acción estatal en los problemas sociales, educativos o de salud que requieren más presencia del Estado.
Este es el propósito del Programa de Modernización del Sector Público que dirige el Ministerio de Hacienda con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Es la expresión de una voluntad de transformación de la gestión pública con un enfoque de largo plazo, teniendo como beneficiarios finales a los usuarios de los servicios públicos.
Para un país como Chile, que apunta al desarrollo, la modernización de la gestión del Estado es clave, un factor imprescindible para favorecer la legitimidad de la democracia y así una mejor cohesión social. De este modo, en conjunto con un sector privado vibrante, innovador, competitivo, el sector público hará su parte para estimular las fuerzas creadoras de bienestar de nuestro país.
Vivimos tiempos en los cuales los chilenos somos interpelados para escoger entre distintas propuestas de futuro, que serán incompletas sin un compromiso para producir transformaciones en el Estado donde lo que verdaderamente importe sean las personas a las que sirve. Los países no se construyen cada cuatro años, el futuro esbozado en estas líneas es posible, porque en Chile ya lo hemos hecho antes con decisión y sin pausa.